El Gobierno de Melilla ha descartado ampliar los centros de acogida de menores extranjeros no acompañados, pese a que existe una saturación de más de un 25% de la capacidad límite. La consejera de Bienestar Social, María Antonia Garbín, comentó ayer que no entra dentro de los planes del Ejecutivo autonómico realizar ninguna ampliación, ya que no se considera conveniente, porque produciría un "efecto llamada".
Según la consejera, los centros han superado de manera considerable su límite, ya que la ciudad tiene bajo su tutela a unos 325, de los que 250 son extranjeros, en su mayoría marroquíes. Un ejemplo, dijo es el centro de menores de La Purísima, que alberga a unos 200 niños cuando está concebido para un máximo de 160.