Los efectos del veto ruso ya se dejan sentir en el campo andaluz. Los melocotones, las nectarinas o las patatas, productos afectados por el cierre de fronteras decretado el 7 de agosto por Rusia, han multiplicado por más de diez su precio desde el campo hasta la mesa durante el pasado mes, según el índice de precios en origen y destino de los alimentos elaborado por COAG.
«Los precios en origen se han hundido con la colaboración necesaria de la especulación por parte de intermediarios y las grandes cadenas de distribución europeas, que han aprovechado el veto ruso para bajar los precios al productor sin repercutir esa bajada al consumidor, obteniendo unos márgenes comerciales desorbitados», denunció ayer el secretario general de COAG, Miguel Blanco.
La tripulación del barco Chipiona ultima los preparativos antes de salir ayer, a faenar en el caladero marroquí por primera vez en tres años. / Foto: Román Ríos (Efe)
Fuentes consultadas de la organización advirtieron de que los agricultores están siendo «presionados» por intermediarios y cadenas de distribución con el objetivo de bajar los precios por el excedente de productos que existe al no poder exportar a Rusia, actuando «irresponsablemente» porque deberían «reducir sus márgenes, bajar los precios y así incentivar el consumo, lo que daría salida a este producto que se quedó sin el mercado ruso». Según estas fuentes, no debe «usarse el veto ruso para presionar al campo».
Según el índice de COAG, el precio del kilo de patata se paga a 0,06 euros en el campo a los agricultores, mientras que en la tienda se sitúa en 0,69 euros. Los melocotones presentan un precio de 0,17 euros el kilo en el campo y de 1,85 euros en los puntos de venta. En el caso de las nectarinas, el precio pasa de 0,17 hasta 1,70 euros el kilo desde el campo hasta la mesa, mientras que la variación de las manzanas es de 0,25 hasta 1,95 euros.
El índice de precios en origen y destino de los alimentos (IPOD) de COAG recoge la evolución mensual de los 25 alimentos más básicos de la dieta y está elaborado por la organización agraria en colaboración con las asociaciones de consumidores UCE y CEACCU.
Ante estos datos, la organización agraria pidió a la Agencia de Control Alimentario (AICA) una «investigación rigurosa» para evitar la especulación, además de demandar «responsabilidad» al sector de la gran distribución para ajustar sus márgenes y fomentar el consumo. COAG reclamó al Gobierno una aplicación «rigurosa» de la Ley de la cadena alimentaria e instó a la Agencia de Información a «sancionar a todas aquellas cadenas que utilicen prácticas comerciales abusivas e ilegales».
Nuevas ayudas. Por su parte, el comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, anunció ayer que prepara «un nuevo paquete de medidas» de apoyo para frutas y verduras de temporada afectadas por el veto ruso.
«Mañana [por hoy] tenemos una reunión con los Estados miembros, vamos a debatir esta propuesta y en los días siguientes el nuevo paquete de medidas que van a incluir productos de temporada», adelantó el comisario, sin detallar a qué nuevas producciones se refiere, en una intervención ante el pleno del Parlamento Europeo reunido en Estrasburgo (Francia).
El responsable comunitario de Agricultura prometió un sobre «consistente» para estos nuevos apoyos, que tendrá en cuenta la «realidad» de los agricultores europeos. En la última reunión de ministros europeos de Agricultura, España solicitó que se extiendan los apoyos a producciones de la próxima temporada, como los cítricos, la granada y el caqui.
Desde que Rusia anunciara el cierre de su mercado a los productos agroalimentarios europeos, el Ejecutivo comunitario ha activado medidas de emergencia por «cerca de 180 millones de euros», según el comisario. No obstante, Bruselas anunció la semana pasada que suspendía su aplicación mientras se verificaba la veracidad de muchas de las solicitudes, sobre todo, polacas.
