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Melonares se porta como debe

Melonares está respondiendo como debe y, dicen los técnicos, demuestra que se ha construido bien. Cuando se cumple un año de la terminación de las obras, la presa acumula ya agua para dar de beber durante casi tres meses a la Gran Sevilla, con la vista puesta en que esté lleno para 2010.

el 15 sep 2009 / 20:44 h.

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Melonares está respondiendo como debe y, dicen los técnicos, demuestra que se ha construido bien. Cuando se cumple un año de la terminación de las obras, la presa acumula ya agua para dar de beber durante casi tres meses a la Gran Sevilla, con la vista puesta en que esté lleno para 2010.

"El comportamiento de la presa ha sido el que se esperaba, perfecto". Así resume su análisis Juan Saura, que hasta el pasado jueves era el director técnico de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), y es que desde el día 1 de enero este organismo ha traspasado a la Junta de Andalucía todas sus competencias. Por Melonares, asegura, no se van a tener que preocupar. "No hay filtraciones, ni movimientos ni asentamientos fuera de la normalidad", una certificación que se hace tras un año de pruebas.

Las obras en la presa en sí concluyeron en diciembre de 2007, acumulando agua desde entonces. En la actualidad ya tiene más de 30 hectómetros cúbicos, cantidad suficiente para abastecer durante casi tres meses a la Gran Sevilla, y el objetivo es alcanzar los 90 hectómetros durante el presente año con la idea de encarar el próximo invierno con el embalse lleno a más de la mitad y proceder así a llenarlo durante 2010.

Durante el año que lleva de pruebas el objetivo básico es certificar su resistencia. "Como dique tiene que aguantar el empuje de miles de toneladas", porque estamos hablando con su capacidad de 180 hectómetros (es decir, 180.000 millones de litros) del mayor de los pantanos que abastecerá a la Gran Sevilla, una consideración que hasta ahora tenía Zufre con sus 175 hectómetros cúbicos. Una vez comprobado que la colosal estructura de hormigón aguanta el empuje del agua, el siguiente paso ha sido verificar que es impermeable, que no hay filtraciones. Y no, no las hay.

Satisfacción. Con estos datos en la mano, Saura, que ha sido uno de los principales valedores de un proyecto largamente aplazado y que generó una importante polémica ambiental, no esconde ni un milímetro su satisfacción con la presa. "Y los ciudadanos estarán más contentos todavía, porque podemos olvidarnos de las restricciones en Sevilla y su área metropolitana con la entrada en servicio de Melonares".

A su juicio, "vendrán años más secos, pero ya está plenamente garantizado el abastecimiento", por lo que no desaprovecha la ocasión para apostillar que esto se ha conseguido "a un precio económico razonable y respetando el medio ambiente". "Hay que dejar ya la beligerancia con Melonares y aceptar que ha sido una obra bien planteada, gracias también al debate y a la participación de todos", comentario directamente dirigido a las asociaciones ecologistas que alzaron la bandera contra el embalse por su impacto a las puertas del parque natural de la Sierra Norte.

"Con Melonares ha habido muchos críticos y sigue habiéndolos, porque cada uno se instala en su púlpito y no quiere ver la realidad", pero Saura insiste en que "ni económica ni ambientalmente se le pueden hacer críticas a la presa". En este sentido subraya que así lo han avalado "los organismos ambientales de máximo nivel" y lo demuestra ahora "la realidad". Sea como sea, lo que también es una realidad es que Sevilla cierra su cinturón de embalses con uno del que incluso ya podría cogerse el agua en caso de emergencia.

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