Economía

Méndez: "No dejaremos a los jóvenes con una mano atrás y otra delante"

El líder de UGT pide un «plan de choque» para la juventud y urge iniciar ya el cambio del modelo

el 16 nov 2009 / 22:10 h.

Antonio Pulido, presidente de Cajasol, entregando una placa conmemorativa a Méndez.

El problema no es el marco jurídico-laboral, son unas raíces más profundas y tradicionales: la estructura productiva, que en épocas de bonanza restó financiación a industria y compañías innovadoras debido al "maridaje" entre banca e inmobiliarias, la falta de dimensión empresarial, con una fuerte concentración de mano de obra intensiva en microempresas -"el tamaño sí que importa" -y la cultura empresarial, más proclive a la rescisión de contratos, con despidos, expedientes de regulación y suspensión de la actividad, que a la búsqueda interna de fórmulas para superar baches, entre ellas la reducción de jornada o la movilidad.

Un vuelco a esas tres rémoras es, a juicio del secretario general de UGT, Cándido Méndez, "muy" difícil de acometer y más hacerlo de la noche a la mañana. Pero, dijo, o lo abordamos ya o será aún más complicada la recuperación económica. Nuestro modelo económico, explicó, no es sostenible, porque se ha basado en los bajos precios del dinero, la energía y las materias primas, a la vez que medioambientalmente en la sobreexplotación de las aguas y los suelos españoles.

Pero el sindicalista no habló de olvidar los negocios que precisamente marcan la actual fisonomía de la economía: el ladrillo y el turismo. Al contrario, abogó por respaldar, como puntales para el empleo, la rehabilitación de casas y el turismo social.

Méndez reclamó sendos "planes de choque" para .la juventud -en el terreno laboral "no podemos dejar a nuestros jóvenes con una mano delante y otra atrás"- y para los desempleados de larga duración, así como una decidida apuesta por la industria -pues demostrado está que las economías más industriales han aguantado mejor la crisis-, las infraestructuras, indisolublemente vinculadas al desarrollo tecnológico, y la innovación.

Es perentorio, según recalcó el sindicalista, el cambio en el modelo productivo y afrontarlo "ya". "No nos queda más tiempo, pese a la crisis", sentenció. Mientras tanto, los estímulos públicos son necesarios y un recorte del gasto o de los impuestos, como algunos proclaman, nos conduciría "a un agujero aún mayor".

En este contexto, Méndez sugirió que pesa más la necesidad de recuperación de la economía y del empleo que las directrices que marca Bruselas para el déficit estatal, de ahí que abogara por más inversión pública. Una cosa es prioritaria, la otra, secundaria, y, de hecho, recriminó a Elena Salgado, ministra de Economía y Hacienda, por no haber arrancado a la Comisión Europea, como sí ha hecho Irlanda, más años para encarrilar las cuentas públicas españolas.

Y no faltaron reproches al sistema financiero. Éstos comenzaron con los lanzados al Banco de España. El énfasis que pone el supervisor sobre la reforma laboral, indicó, quizás esconda una "inoperancia" para forzar a la banca a que abra el grifo del crédito, y si esta cuestión no se resuelve, advirtió, "tendremos muchas dificultades". Después apuntó hacia los directivos de bancos y cajas, a quienes acusó de haber "enladrillado" el PIB siendo proclives a las inmobiliarias y "refractarios" con respecto a la innovación tecnológica.

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