Sin entrar en el fondo del loable intento municipal de eliminar los gorrillas en la Ordenanza antivandálica, la virguería semántica es toda una provocación para la afición. El debate no es vano. Cabe utilizar otros argumentos pro y contra el arreglo de tal situación paralaboral, la de los gorrillas, que justifiquen o no la ordenanza. Entre otros, el efecto inflacionista, con la crisis, de dar un eurito-media de la generosidad sevillana- a sumar al cafelito o la copita, el carácter redistribuidor de rentas del forzoso donativo, la retirada temporal de sus barrios, a veces desde las ocho, de estos trabajadores irregulares, en donde nada bueno pueden tramar, evitando además las malas compañías, el sostenimiento del índice de consumo de litronas, por revolver unos cuantos. Sin desdeñar el impacto económico: un aparcador coactivo recauda -fuente propia- unos 25 euros diarios, es decir, 750 al mes.
Más que el salario mínimo, una paga de viudedad, una pensión contributiva o no, y similar a lo que cobran extra algunos jueces por sacar quince sentencias más al mes (¿no era una cuestión de medios?). Pero, vamos a buscar soluciones. Si aquella es mendicidad coactiva, definamos qué no lo sea. Los VOVIS, no son coactivos; la zona azul, tampoco; las propinas, no; el domund, la banderita, los cepillos de las iglesias, incluidas la rajitas en las paredes, no parece. Las pólizas, no; los adeudos por reclamaciones de impagos de los bancos tampoco; los planes de rescate para los pobres banqueros, menos. Conclusión, como la medida no gusta ni a juristas ni PP, la solución está al alcance. Lo primero, un módulo de FP-Gorrilla (método Gallardón) y luego: uniformidad de las gorras- previo convenio con Maquedano-; hucha normalizada (modelo episcopal); ticket-óbolo, tipo zona azul, válido para coger el metro; una rajita en la pared junto al buzón para casos de baja por enfermedad; y su inclusión, junto con la industria automovilística, en el nuevo plan de rescate que haya. No se si servirá, pero, al menos no tendremos actividades coactivas.
Licenciado en Derecho y Antropología
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