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Menos intercambio de medallas y más optimismo

Los empresarios y comerciantes sevillanos deberían dejar para otro momento su intercambio continuo de homenajes y medallas. En plena crisis podrían, por ejemplo, tratar de poner en valor algunos elementos positivos como puede ser el puerto o el turismo, dos de los motores más importantes del entramado económico de la ciudad.

el 15 sep 2009 / 08:43 h.

Los empresarios y comerciantes sevillanos deberían dejar para otro momento su intercambio continuo de homenajes y medallas. En plena crisis podrían, por ejemplo, tratar de poner en valor algunos elementos positivos como puede ser el puerto o el turismo, dos de los motores más importantes del entramado económico de la ciudad.

Sin ir más lejos, deberían tener algo más de amor propio y dar a conocer cómo se están asentando de forma acertada, desde hace años, las bases para garantizar el desarrollo portuario dotándosele de las infraestructuras necesarias para afrontar su futuro con cierto optimismo. Una transformación que es una esperanzadora realidad y que ellos mismos conocen a la perfección.

No en vano, determinados empresarios secundan inversiones cuantiosas acentuando la excelente plataforma logística en la que se ha convertido dicho recinto y convencidos, por tanto, de la rentabilidad evidente que supone este tipo de apuestas. Es por ello que llama en especial la atención la propensión al derrotismo que muestran determinados colectivos de la patronal, a lo que se ve, más entregados a anunciar ruinas inexistentes que a promocionar las potencialidades con las ya cuentan.

Datos incompletos en un discurso derrotista .

No reparan en que, con este tipo de prácticas, son ellos los primeros perjudicados al proyectar una imagen equívoca del actual sistema productivo sevillano, del que forman parte esencial. Están en su derecho de reclamar mayores inversiones y mejoras en la zona portuaria así como en la gestión que de la misma se hace desde la Autoridad Portuaria. Pero, de ningún modo, pueden emplear datos incompletos para denunciar un supuesto declive en su funcionamiento o el abandono de determinados muelles.

Que se sepa, el crecimiento de su tráfico portuario ha sido constante desde hace varios ejercicios, tal y como se puede constatar consultando las cifras oficiales que figuran en dicho organismo, mientras que hemos conocido recientemente que se pondrán en marcha nuevos planes para la implantación de otras zonas de actuación logística que van permitir la ubicación de más empresas en su recinto. Así que no se entienden bien las últimas críticas del propio sector llegando a comparar, de una forma absolutamente desproporcionada e injusta, la evolución de todo un "superpuerto" como es el de Valencia con el hispalense notablemente más limitado por su carácter fluvial.

<b< Otras razones pueden estar detrás de tanta crítica .

Seguro que detrás de este tipo de comportamientos sólo puede estar el legítimo afán del empresariado sevillano para que las cosas funcionen mejor. Por tanto, para nada hay que pensar mal y especular con que, a lo mejor, este golpe en la mesa pudiera responder al despecho de algunos de sus integrantes por haber perdido un negocio concreto que bien podría haber recaído, finalmente, en favor de otros colegas foráneos. Hay que pensar bien y considerar que son, precisamente, ellos los principales defensores del libre mercado, por lo que no cabe hacer este tipo de elucubraciones.

En todo caso, mejor sería concentrar los esfuerzos en propagar por los cuatro vientos que contamos con infraestructuras, como ocurre con el puerto, modernas y avanzadas que generan empleo y riqueza. Ésa es la mejor medalla que le pueden otorgar a la sociedad a la que dicen servir.

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