La persona que haya perdido su trabajo durante la crisis ganará hasta un 20% menos en los empleos que eventualmente encuentre después y verá reducida su esperanza de vida hasta en un año y medio si la situación de desempleo persiste dos décadas.
Es una de las conclusiones del informe elaborado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la Conferencia sobre Empleo y Crecimiento que ayer se celebró en Oslo con la participación, entre otros, de los jefes de Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y de Grecia, Yorgos Papandreu.
"Las consecuencias sociales y hasta en la salud del desempleo son enormes", dijo el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn. Así, incidió en que el coste humano del paro es "muy serio" aunque no se suela hablar de ello, pero la realidad es que "si usted pierde su trabajo lo más probable es que sufra problemas de salud o muera joven".
"Si usted pierde su trabajo, sus hijos tendrán problemas en el colegio y lo más seguro es que pierda la confianza en las instituciones públicas y en la democracia", agregó
Strauss-Kahn, para quien la suma de estos factores constituye una gran amenaza para la cohesión social.
Estudios realizados en EEUU revelan que un trabajador que haya perdido su empleo durante la crisis gana, 15 o 20 años después, un 20% menos de lo que obtenía antes. En el supuesto de que el desempleo persista durante veinte años, otro estudio citado en el informe sostiene que la tasa de mortalidad se incrementa hasta reducir la esperanza de vida hasta en un año y medio.
El director del FMI hizo hincapié en la tragedia que el paro supone para los jóvenes, con una tasa cercana al 40% en España. Así, tanto el FMI como la OIT advirtieron de que "una recuperación que no genere empleo no es recuperación" porque "la crisis no terminará hasta que el desempleo se reduzca" y tildaron la realidad mundial de "catastrófica".