“La situación de Mercasevilla es peor de lo previsto”. Ésta fue, según varios de los asistentes, una de las frases que el director general, Jordi Maymó, usó ayer para describir la situación de la sociedad en la que aterrizó el pasado verano. Lo hizo en el consejo de administración convocado para que explicase su enfrentamiento con las asociaciones de mayoristas y el contenido de la grabación difundida la pasada semana. Por un lado, las cuentas, según él, no sólo son peores de lo previsto –Mellet vendió el balance de 2008 como el primero positivo–, sino que los tres últimos presupuestos han estado falseados con ingresos y gastos “maquillados” para cuadrar los ejercicios, con medidas como incluir partidas de un año en balances posteriores o anteriores –irregularidades que se quedarán de manifiesto en la auditoría que concluirá en “dos o tres semanas”–. Por otro lado, hay una serie de prácticas y hábitos irregulares ante los que Maymó anunció medidas: no aceptará ningún acuerdo no escrito alcanzado con la anterior dirección y actuará contra la venta de pescado inmaduro que ya ha generado que se le abran más de 70 expedientes por parte del Seprona y que fueron puestos de manifiesto en una reunión entre la Consejería de Pesca y el propio Maymó.
No se votó su continuidad, pero sí hubo apoyos expresos, como él mismo subrayó, a su gestión. Eso sí, con varios tirones de orejas. De los mayoristas, que le pidieron una disculpa por las declaraciones que ha realizado Maymó desde su llegada; del comité de empresa, que pidió “más diálogo y menos puñetazos en la mesa” e instó a preocuparse por el futuro de los trabajadores ante la delicada situación económica; del PP, que reclamó “paz social” y que anunció que mirará con lupa todas las actuaciones de Maymó; e incluso del propio Gobierno local. El consejero apoderado, Alfonso Mir, le advirtió de que debía “moderar su forma de decir las cosas, su talante”.
Maymó fue al consejo para aclarar todo lo ocurrido en la operación de traspaso de un puesto que fue grabada por los mayoristas de pescado, que le acusan de haber promovido una irregularidad. No hubo críticas en el consejo, aunque sí fuera donde los empresarios insistían en que se había cometido una ilegalidad que llevarían al juzgado y que comparaban con las actuaciones de Mellet. “Más tarde o temprano, este señor se irá”, puntualizó el presidente de los mayoristas de pescado, Antonio Ángel Vela.
Al finalizar la sesión, Maymó realizó su primera y escueta comparecencia ante los medios. Una breve intervención y media decena de respuestas antes de irse bruscamente. No se retractó, no asumió irregularidades ni rectificó en su intención de vetar como interlocutor a quién le había grabado –una decisión que asume la asociación de mayoristas de pescados–. El director general ratificó cada uno de los pasos que ha dado y anunció “cambios en la gestión”. “El consejo ha reforzado su confianza en mí y hemos hablado del modelo de futuro”.
El director general detalló su actuación ante los empresarios mayoristas de pescado. “Intenté llegar a un acuerdo para facilitar un traspaso, de la misma forma que se hacía en Barcelona. Yo dije que no iba a renunciar al 30% que le corresponde a la empresa porque así está establecido. Creo que ellos vieron venir a un director nuevo y vinieron a ver si lo convencían de que no les cobrase ese canon (...) El comprador me dijo que sólo compraría por 20.000 euros y no por 50.000, y ya está. Se ha hecho un uso torticero de una grabación de una deslealtad inaceptable”, apuntó Maymó, quien incidió en criticar esta práctica y sólo se disculpó “si algún empresario se había sentido ofendido por sus palabras”.
Pese a esto, los mayoristas de pescado aseguraron tener pruebas de que el traspaso se hizo por 20.000 euros ante Mercasevilla y por 50.000 ante Hacienda –el propio Maymó exigió ayer documentación que acredite estos datos, de forma que el único agente que perdió dinero fue Mercasevilla al cobrar el 30% de una cifra más baja–. Pese a esto, los mayoristas admitieron que no era un problema puntual, sino que venía de lejos. De hecho, difundieron un documento en el que se aludía, entre otras, a una simbólica conversación entre Vela y Maymó: el empresario le insta a trabajar por Mercasevilla tanto como Mellet y éste le responde de forma airada: “Que nadie me compare con Mellet por mucho que él y usted –en alusión a Vela– tuvieran intereses comunes”.
