La época de buenos resultados de Mercasevilla y de una alabada gestión se vino abajo con la grabación de Fernando Mellet y la investigación por el cobro de comisiones. Casi tres meses después de su dimisión, con un proceso judicial abierto y una imagen dañada, la empresa mira hacia Cataluña. Jordi Maymó será su nuevo gerente.
Mercasevilla vuelve así al modelo anterior a Mellet. El gerente no viene recomendado por el Ayuntamiento, sino por el otro socio de la empresa pública, la sociedad estatal Mercasa. El Gobierno local, a través de Alfonso Mir y Antonio Rodrigo Torrijos, llevan varias semanas tanteando a representantes del sector. En esas reuniones se puso sobre la mesa el nombre de Jordi Maymó, director gerente de la empresa de mercados de Barcelona desde 1987 hasta 2008. Fue convencido y hoy será propuesto ante el consejo de administración como nuevo gerente de Mercasevilla, mientras que como director de Estructuras estará Juan Carlos Recio. Falta por definir qué coste tendrá este fichaje cuyo nombramiento se retrasará hasta la junta general de dentro de 45 días.
El Ayuntamiento ha buscado un perfil muy técnico, un rostro con poco peso político, que pueda quedarse al margen de la batalla política abierta en torno a Mercasevilla que se intensificará conforme avance el proceso judicial y se acerquen las elecciones. Aunque el voto del PP aún no está definido -la propuesta fue remitida a los populares en la mañana de ayer sin que la oposición quisiera aclarar públicamente su posición-, a Maymó le precede su currículum y el modelo de gestión que implantó en Barcelona durante 21 años.
En Mercabarna, con una superficie de 90 hectáreas, hay instaladas más de 800 empresas, y cada día acceden al recinto 25.000 personas. Maymó fue el autor de una reestructuración del mercado catalán que le hizo ser catalogado como la mayor concentración de empresas del sur de Europa. Diseñó una zona de actividades complementarias, reformó los horarios del mercado para acercarlos al público durante el día, realizó planes de formación, escuelas de hostelería e impulsó un mercado central de flores.
Pero su modelo también genera escepticismo en Sevilla. En Mercabarna hay menos empleados que en Mercasevilla, muchos servicios están subcontratados y otros dependen de las propias empresas y no de la plantilla del mercado como ocurre en Sevilla.
