-Llegó el día. Sevilla la está esperando.
-¡Uy, qué ganas! Llevo mes y pico de conciertos y estaba deseando de cantar en Sevilla para presentar mi nuevo disco, Acordes de mi diario. La verdad es que me apetece el trote, el estar de acá para allá cantando... A un artista eso es lo que le gusta. Y si encima la venta de entradas va tan bien como me dicen y hay expectación, pues qué decir: que estoy encantá y loca.
-Su disco salió en octubre, pero creo que no ha actuado aún en Andalucía. ¿Es así?
-Sí, así es. ¡No, espera! Miento. La semana pasada di un concierto en Córdoba con lleno total. El de esta noche a las diez de la noche será mi segundo concierto en Andalucía. Y será muy especial para mí porque vendrá mucha gente amiga de Cádiz. Como estamos tan cerquita...
-En su currículo constan cinco discos de platino, lo que son palabras mayores. ¿Caerá con este su quinto disco el sexto?
-Ojalá... Pero bueno, poquito a poco que la situación de la música, con la crisis y la piratería, está muy complicada. Y no me puedo quejar. Ayer salieron las listas de ventas y del 13 he pasado a estar en el número 7 del top ten gracias a mi segundo single, No puede ser. Estoy encantada y mi casa discográfica, Universal, mucho más.
-Le iba a preguntar cómo iban las ventas, los conciertos, pero veo que viento en popa...
-Es que no paro y tengo una gran ilusión por lo que hago. Lo que no quita para que, en efecto, las cosas ya no sean como antes. Ahora hay que trabajar el doble para conseguir la mitad de lo que lograbas antes. Pero no me puedo quejar, y además a ganas no me gana nadie. Si hay que echar cuatro cucharaditas de esuferzo, yo le pongo seis por si acaso y me está yendo bien.
-¿Cómo será su concierto de esta noche en el nuevo Auditorium Cajasol?
-Tendrá una primera parte más lenta, para escuchar, en la que presentaré los temas de mi nuevo disco; y en la segunda tiraré de remembers, es decir, de temas clásicos de mi repertorio que siempre tienen muy buena aceptación. Esta parte será mucho más marchosa.
-Seguro que le piden bises.
-Pues mira, me he propuesto que en mis conciertos no los daré a menos que sienta que el público me lo pide de corazón. Y eso se nota. Lo que pasa es que hasta ahora, siempre que canto he tenido que salir porque el público no me ha permitido irme sin regalarle una propina. Y yo encantada, porque una artista no es nada sin su público, y a mí el mío me alimenta, me da la vida.
-Por cierto, como ha sido parte del jurado de Destino Eurovisión, se perderá la final de esta noche.
-Así es, pero ya lo sabía TVE. Yo tenía contraído este compromiso desde hacía tiempo y advertí de que no lo podía cancelar.
-¿Cómo ha sido la experiencia de tener que evaluar a los aspirantes eurovisivos españoles?
-Ha sido bonita pero difícil porque había mucho nivel y porque en el jurado éramos unos cuantos con criterios además diferentes.
-¿Se atreve a pronosticar quién nos representará?
-Uy, no. Los chicos de Auryn cantan bonito, Melissa tiene una voz potentísima y una imagen estupenda, y a Lucía Pérez la eligió, con mucha diferencia sobre los otros dos, el público y encima tiene muchas tablas en el mundillo de la canción... Y no se olvide que es el público el que decide el finalista, no el jurado...
-Sabrá que hay marejada en Telecinco por la cancelación prematura de Operación Triunfo. ¿Qué le parece la que se está formando?
-Que es una lástima. Pero quiero dejar clara una cosa: saco la cara por la presentadora, Pilar Rubio, a la que conozco y es una chica majísima. Se la está atacando demasiado, cuando no es de ella la culpa de que el programa vaya mejor o peor. A lo mejor es que el formato está un tanto agotado; quizás haya que darle descanso a la audiencia...
-Los concursantes deben de estar hechos polvo...
-Figúrate. La noticia les ha tenido que provocar una desilusión tremenda. Ahora bien, no se debe olvidar que, al fin y al cabo, Operación Triunfo no es más que un programa de televisión, y aunque se venda como una academia de formación, los chicos, si de verdad quieren abrirse paso en el mundo de la música, deben sobreponerse e intentarlo como todos lo hemos hecho, desde abajo y con mucho esfuerzo. Ojalá tengan suerte.
