Cultura

Merche Esmeralda, al pie del cañón

La maestra sevillana presenta mañana en el Teatro Central su última propuesta, ‘Última parada’, dirigida por Juan Casado, donde habla de las emociones en tiempos de guerra.

el 17 sep 2014 / 09:00 h.

Merche Esmeralda, una veterana dispuesta a deslumbrar una vez más en su tierra. / Carlos Hernández Merche Esmeralda, una veterana dispuesta a deslumbrar una vez más en su tierra. / Carlos Hernández Asegura Merche Esmeralda que «el tiempo de bailar fuerte, como antaño, ya pasó». Sin embargo, nadie duda de que la sevillana volverá a escanciar su magia mañana en el estreno absoluto de Última parada, que tendrá lugar a las 23.00 horas en el Teatro Central. «Es una historia más de las que pueden contarse en una guerra, no hace falta ir muy lejos», resume la bailaora. «Una historia de mujeres que luchan y sufren, de jóvenes que tienen que separarse de su gente más querida... Será una función para analizar, para sentir, también para mandar algún mensaje. Se trata solo de contar algo a través de la danza», agrega. No arropará a la artista un elenco muy abultado, pero sí escogidísimo. En la dirección, Juana Casado, y sobre la escena solo cuatro personas. A la guitarra, el joven Jesús Guerrero, que carga también con la responsabilidad de componer la música. Al cante, un veterano como Diego El Boquerón. Merche al baile, y una actriz, Lidia Mauduit, como guinda de un montaje que tiene mucho de teatral. Por su parte, Juana Casado reconoce que «tenía muchas ganas de hacer este proyecto desde hace tiempo. En la anterior Bienal trabajé con gente muy joven, ahora me apetecía hacerlo con gente de otra generación, con un saber acumulado. Me senté con la dramaturga Luz Valenciano y empezaron a llover las ideas», dice. «Cuando empecé a trabajar en esto, pensé: madre mía, dónde me he metido yo», comenta con buen humor El Boquerón. «Pero aquí estoy, y aquí seguiré hasta que termine la función». Por su parte, Jesús Guerrero afirma que abordar un reto como el de Última parada es muy diferente al acompañamiento convencional del baile. «Es otro concepto, no te fijas tanto en los pasos. Lo que quieres es captar el ambiente de cada escena. Algunas de las músicas que he compuesto nos e catalogan como palos concretros, por momentos casi tienen más que ver con la música de cine», afirma. Otros pasajes sí llevarán el sello del tango, la guajira, la carcelera y la bulería, según adelanta el programa. «Jesús me observa, me cataloga y sabe cómo tiene que responder», elogia Merche Esmeralda a su guitarrista. «Eso solo lo hace la gente estudiosa y grande». Y para valorar el momento actual del baile, la maestra concluye: «He tenido siempre la suerte de aprender con los mejores. Hoy se va más al tecnicismo, a otro tipo de danza que no es la nuestra. No se fijan en las fuentes», asevera. Alguien le pregunta para terminar a El Boquerón si alguna vez se le ha olvidado el compás: «¿Cómo se me va a olvidar el compás? ¡Si se me olvida, me muero de hambre!»

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