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"Merkel busca profesionales y aquí piden trabajo profesores alemanes"

Es la promotora de Aula 10 , una academia de formación que engloba desde niños de tres años a mayores que quieren reciclarse para conseguir un empleo.

el 11 mar 2012 / 17:31 h.

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Concha Urbano en la academia Aula 10, que dirige, situada en el barrio hispalense de Sevilla Este.

Concha Urbano (Córdoba, 1978), decidió desde muy joven que quería montar su propia academia para enseñar a los demás no sólo conocimiento, sino también herramientas que le sirvieran para desenvolverse en su vida diaria y académica. Con Aula 10, situada en Sevilla Este, lo ha conseguido. Ahora mira a otros barrios de la capital hispalense y a la zona del Aljarafe para expandirse. A pesar de la crisis económica que sufren otros sectores y empresas de la enseñanza -otros centros de formación han optado por cerrar en los últimos años-, su negocio no se ha resentido.

-¿Ha notado un aumento de las personas que se acercan a su academia por la crisis interesadas en formarse?

-Hay un incremento en el sector de las personas mayores, sobre todo entre las mujeres. Son ellas las que han jugado un papel importantísimo en casa y con sus familias y se han dado cuenta de la importancia de ser independientes económicamente hablando. Se centran, sobre todo, en formación para acceder a la universidad o a ciclos formativos. En cualquier caso, cuando acaban y consiguen acceder a esos estudios, nos comentan las dificultades que encuentran a la hora de conciliar la vida personal con la referida a la formación. Y eso sumado al alto desempleo existente, que hace que la incorporación al mercado laboral sea dura.

-¿Y hay más interés por los idiomas?

-Hay una demanda más abundante, sobre todo del inglés, de personas que quieren prepararse títulos como el First para poder acceder a empleos en el extranjero. Lo que más solicitan son cursos de expresión oral, para poder desenvolverse bien, y menos gramática. Además, damos clases de francés y de las tristemente denominadas lenguas muertas, Latín y Griego.

-Porque la mayoría de sus alumnos son niños y jóvenes...

-Nuestros clientes son familias, en la que ambos padres trabajan, y que quieren este servicio de apoyo para sus hijos para Primaria, ESO y Secundaria, además de para FP.

-¿Se plantea ampliar los estudios que oferta Aula 10?

-Sí. Estamos valorando hacer dos cosas. Por un lado, preparar oposiciones para maestros de Primaria y Secundaria, así como para Justicia, Administración y Policía Local de cara al próximo año. Por otro, queremos hacer cursos especiales para amas de casa. Muchas nos han trasladado ya su intención de aprender cosas nuevas y reciclarse, y no sólo con el idioma, que hace 20 o 30 años no se estudiaban al nivel de ahora, sino también con otras cuestiones básicas como la ortografía. La idea es que se puedan incorporar al mercado de trabajo.

-¿Cómo nace Aula 10?

-Parte de mí como autónoma. Tengo una larga trayectoria familiar en lo que se refiere a docencia. Mis padres son catedráticos de instituto y mis tíos trabajan en la Universidad. Yo hice Historia del Arte y después el doctorado, que aún no he terminado. Desde que estaba estudiando daba clases particulares y fueron estos alumnos los que me animaron a crear una academia. Decidí instalarme en un barrio en crecimiento como Sevilla Este y, desde que empecé hace ocho años, ya me he mudado a un local mayor. Ahora somos cuatro profesores.

-¿Por qué optó por hacerse empresaria y no por estudiar oposiciones? Comenzó joven...

-Con 25 años. Me gusta la docencia, pero la clave del éxito de Aula 10 es que la enseñanza es personalizada. En un instituto no se puede hacer igual. Queremos transmitir al alumno, además de la enseñanza académica, la personal y psicológica, que se traduce en la adquisición de confianza en sí mismo para ganar en rendimiento y resultados. Además, nos acercamos a los colegios y a los institutos para hablar con los tutores y junto con los padres completamos un triángulo perfecto. Eso no se puede hacer si eres docente y es lo que a mí me gusta. Además, lo estamos consiguiendo. Por lo que nos dicen los profesores, los alumnos ganan incluso en autoestima, hasta llegan a cambiar su forma de vestir y de relacionarse en el centro.

-¿Hay mucha competencia en Sevilla?

-Academias siempre ha habido pero algunas se han caído por el tema de la crisis económica. Hay que adaptarse a los nuevos tiempos y que te respalden o no depende mucho de los resultados que consigas. En cualquier caso, hay buena relación entre todas. Cuando no tenemos plaza aquí, desviamos al interesado a otra academia y al contrario.

-¿Es peor la competencia de las grandes cadenas de formación?

-Están situadas en otras zonas de la ciudad. De todos modos, no es la misma oferta. Aquí los grupos son muy pequeños y también se nota en el precio. Son servicios distintos incluso en la metodología. Las academias como la nuestra son más flexibles en cuanto a horario y también para apuntarse y quitarse en un momento determinado. Son matices muy importantes.

-¿Piensa abrir más sucursales de Aula 10?

-Tenemos pensado abrir filiales en la zona de Triana Los Remedios, Nervión y en el Aljarafe. Estudiamos localidades como Bormujos y Tomares. La verdad es que tenemos experiencia y nos ha ido muy bien, así que no nos frena abrir nuevas academias, eso sí, estamos estudiándolo detenidamente. También hemos tanteado la zona de Reina Mercedes para dar clases de apoyo a estudios universitarios. Aunque estamos bien en Sevilla Este, cada vez se nos queda más pequeño. Queremos expandirnos.

-¿Ha pensado además incluir otros estudios, como ampliar la oferta de idiomas?

-Sí. Cuando Angela Merkel dijo que necesitaban profesionales españoles para sus empresas nos lo planteamos, de hecho nos llegan muchos curriculum vitae de profesores nativos que quieren dar clases en la academia. La idea es confeccionar grupos.

-¿Con qué objetivo montó la empresa?

-Hay que transmitir a las familias que no se puede agobiar al niño. Lo de que la letra con sangre entra no es verdad, y hay muchos que no saben tratar a los alumnos. Desde el principio la idea era que este, acudiendo a nuestra academia, tuviera una vida más fácil, porque no hay sólo que aprender, sino también es importante el sentirse realizado. Y una máxima de Aula 10, que hay que trasladar a diario a la vida, es que nunca hay que tirar la toalla.

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