La canciller alemana, Angela Merkel, gobernará en la próxima legislatura en alianza con los liberales, tras deshacerse en las urnas del Partido Socialdemócrata (SPD), su socio hasta ahora en la gran coalición, al que los electores castigaron con el peor resultado de toda su historia.
"Hemos logrado nuestro objetivo de obtener una mayoría estable y de poder formar gobierno con los liberales", dijo Angela Merkel poco más de una hora después del cierre de los colegios electorales ante sus seguidores, que la recibieron con vítores y ovaciones en la sede central de la Unión Cristianodemócrata Alemana (CDU).
La Unión -la CDU más su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU)- de Merkel consiguió sumar más de un 33,9% de votos en las legislativas alemanas y cedió un 1,3% menos frente a los comicios anteriores. Mientras el SPD, partido de historia centenaria, sufrió una caída de mas de 11 puntos hasta situarse sobre un 23%, por debajo incluso de los sondeos de las últimas semanas y tras registrar la mayor caída porcentual sufrida nunca en Alemania por un partido entre dos elecciones generales sucesivas. "Es un día amargo y una derrota amarga, no hay modo de embellecer eso", lamentó el candidato del SPD y ministro de Exteriores saliente, Frank-Walter Steinmeier, quien admitió sin tapujos la abultada derrota sufrida, anunció una "dura oposición" parlamentaria y llamó a los jóvenes a devolver al partido su gloria perdida.
El triunfador de la jornada fue el Partido Liberal (FDP) a las órdenes de Guido Westerwelle, que ha subido casi cinco puntos hasta situarse en el 14,5%. Tras tres legislaturas en la oposición, Westerwelle, virtual vicecanciller y probable nuevo ministro de Exteriores, declaró ante sus entusiasmados seguidores que su partido "está listo para gobernar" y asumir esa responsabilidad. Con ello, la Unión y el FDP recuperan la tradicional alianza de centro-derecha que ya gobernó Alemania durante 16 años en los años 80 y 90 del siglo pasado a las órdenes del cristianodemócrata Helmut Kohl, y anteriormente, bajo Konrad Adenauer. La Unión y los liberales sumarán en el Bundestag unos 320 escaños, según los cálculos provisionales de los analistas, una sobrada mayoría, frente a los menos de 300 escaños que se calcula sumarán los partidos en la oposición.
Las elecciones legislativas han confirmado además la tendencia a la baja de las dos grandes formaciones históricas alemanas, la Unión y el SPD, que hasta la reunificación alemana sumaban cerca del 80% de los votos y en estos comicios superan escasamente un 55%. De las pérdida de votos, sobre todo de los socialdemócratas, se ha beneficiado el partido de La Izquierda, que aúna a una ala disidente del SPD y los poscomunistas de la RDA, al lograr mas de un 12% de votos y conseguir el mejor resultado de su corta historia.
Pero también han ganado porcentajes los Verdes, con algo mas del 10% de votos, si bien ni unos ni otros han logrado su objetivo de impedir una coalición de centro-derecha. Incluso el debutante Partido Pirata obtuvo un meritorio 2,1% de votos, insuficiente para alcanzar escaños. El Instituto de Análisis Electorales alemán señaló tras conocerse los primeros resultados que los tres partidos menores son hoy juntos mas fuertes que nunca en la historia de República Federal de Alemania (RFA).