La laboral es una de las reformas que urge aprobar al Gobierno para calmar los ánimos de los mercados y del resto de los socios de la Eurozona. Los agentes sociales siguen negociando en el marco del diálogo social, ahora menos tenso tras llegar a un acuerdo en la negociación colectiva, pero parece que el Ejecutivo tiene sus propios planes. Unos planes que son desconocidos para el conjunto de los españoles pero que ya ha desgranado el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a la canciller alemana, Angela Merkel.
Lo hizo ayer, durante la visita del mandatario español a Berlín. Así, Merkel respaldó la reforma laboral que prepara el Gobierno de Mariano Rajoy y se mostró convencida de que, a medio plazo, contribuirá a reducir el paro juvenil, generará empleo y rebajará el déficit, como ocurrió en Alemania cuando adoptó medidas similares en la primera década de 2000.
"El nuevo Gobierno está acometiendo las reformas que yo creo, por las experiencias alemanas que no datan de mucho tiempo, que van a ser una contribución a la generación de empleo. Y por eso creo que lo que está haciendo el Gobierno es lo correcto, aunque sé que puede ser duro", dijo Merkel en rueda de prensa tras recibir a Rajoy en la Cancillería para preparar la cumbre del 30 de enero.
"El mensaje es que cuantas más personas tengan trabajo, mejores serán los ingresos del Estado y no se tienen estos grandes problemas con el déficit", resaltó la canciller. "Espero que muchos jóvenes puedan beneficiarse de estas medidas", agregó, tras recordar que la mitad de los españoles menores de 25 años está en el paro.
Merkel celebró el "gran acuerdo" sobre moderación salarial alcanzado en España entre patronal y sindicatos y puso a Alemania como ejemplo de que la reforma laboral da resultados. "Cuando yo asumí la Cancillería en el año 2005, mi predecesor, el canciller Schroeder, introdujo medidas muy controvertidas en el mercado laboral y al principio el desempleo no bajó. Había 5 millones de desempleados. Al cabo de dos o tres años estas reformas del mercado laboral surtieron efecto y ahora estamos por debajo de los 3 millones. Eso tiene que ver con las reformas", insistió.
Alemania, indicó Merkel, sigue "con mucho respeto" el plan de ajuste económico y reformas emprendido por el nuevo Gobierno y desea su "éxito". "Son pasos que no son nada fáciles, y por eso le deseamos mucho éxito al Gobierno en todos los esfuerzos que está desplegando en estos momentos", indicó.
"En nombre de Alemania le dije que estamos juntos en Europa pero también estamos juntos en el euro. Queremos un euro estable, que tenga éxito, y eso sólo va a ser posible si todos y cada uno tenemos éxito", subrayó.
Por otro lado, la canciller insistió en que no hay contradicción entre "unos presupuestos sólidos y el crecimiento". "Hacen falta las dos cosas", zanjó. "Nadie dice que sólo ahorrar va a ser la solución, las reformas son importantes (...) Pero sólo a través del endeudamiento tampoco es posible porque la experiencia muestra que eso nos ha causado problemas en los mercados", apuntó. Por ello, la cumbre del 30 de enero se dedicará, por un lado, a finalizar el Tratado para reforzar la disciplina fiscal y, por otro, a debatir medidas que fomenten el crecimiento y el empleo.
A vueltas con el déficit. El déficit sigue siendo la principal preocupación del Gobierno español, aunque el presidente del Gobierno y el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, no se pusieron ayer de acuerdo a la hora de contestar si pedirán o no a Bruselas que relaje el objetivo para España en 2012 teniendo en cuenta las nuevas previsiones.
En este sentido, Rajoy no trasladó a Merkel la posibilidad de que Bruselas suavice la consecución de los objetivos de déficit, y se limitó a reiterar su compromiso con el recorte del gasto y la reducción de la deuda. El presidente del Gobierno afirmó que "lo único" que había transmitido a Merkel es su compromiso con la contención del déficit porque es un "absoluto convencido" de no gastar por encima de las posibilidades y de tener una deuda "razonable". "Creo en ello, es lo más sensato y lo más razonable", dijo. Dicho esto, admitió que España parte de una "situación difícil" para conseguir reducir el déficit al 4,4% del PIB en 2012, dado que las administraciones públicas gastaron 90.000 millones más en 2011 de lo que ingresaron.
Rajoy tampoco abordó con la canciller el aumento del capital del fondo de rescate de la UE para países endeudados, tal y como han reclamado el Fondo Monetario Internacional (FMI) e Italia, con el apoyo de España, aunque Alemania lo rechaza.
Con respecto al déficit, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas aseguró que ve "claro" que Europa revisará sus previsiones de crecimiento y modificará los objetivos de déficit planteados porque es "evidente" que el escenario está "abierto en sentido negativo". "No es que confíe, es que está claro", señaló el ministro a los medios tras la Comisión de Hacienda, donde, sin embargo, recalcó que España cumplirá con la directriz que le marque Bruselas que, de momento, sigue siendo el 4,4%. Además, resaltó la importancia de insistir a la Comisión Europea para que acelere la actualización de sus previsiones económicas para plantear un escenario común, que será "decisivo" a la hora de formular la nueva política presupuestaria.
En la UE han provocado un fuerte malestar las filtraciones a la prensa sobre la intención del Gobierno de pedir a la UE más tiempo para cumplir los objetivos de déficit y las declaraciones contradictorias de los ministros españoles de Economía y Hacienda. "Así se va al rescate", señaló una fuente europea. Los responsables de la Eurozona creen que tampoco genera confianza en los mercados que el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, no planteara en su estreno en el Eurogrupo la intención de España de pedir una revisión y al día siguiente lo anunciara en una entrevista a la prensa.
