Lo de Angela Merkel y Nicolas Sarkozy durante esta semana es un no parar de proponer cosas que esperan imponer al resto de Europa después de la cumbre de los próximos días. Tras defender el pasado lunes un nuevo tratado para la UE donde podrían excluirse países en el caso de que estos no estén dispuestos a claudicar con la nueva gobernanza que pretenden imponer para auxiliar al euro y de decir no a los eurobonos, ayer se conocieron algunas de las propuestas que los dos líderes han hecho al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
Entre ellas, Francia y Alemania quieren un impuesto para empresas común para Europa y un impuesto para las transacciones financieras a la vez que una convergencia de la regulación financiera y de las políticas del mercado laboral.
Precisamente, hoy los tres mandatarios se reunirán antes de la cumbre de la UE para intentar acercar posturas. Según fuentes comunitarias, en ella también participarán los presidentes del Banco Central Europeo, Mario Draghi, del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, y de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
Además, los líderes de Francia y Alemania propondrán en la cumbre de Bruselas que la Eurozona tenga un presidente permanente y que los Estados "tengan en cuenta" las recomendaciones adoptadas a nivel europeo sobre sus políticas presupuestarias. Berlín admitió renunciar a las sanciones automáticas para los incumplidores del déficit.
En su misiva, la canciller y el presidente francés omiten medidas como el refuerzo del fondo de rescate o la creación de eurobonos, que también ha planteado el presidente del Consejo Europeo a petición de países como España o Italia y que Berlín rechaza.
Merkel y Sarkozy afirman en la carta que el refuerzo de la disciplina fiscal en la Eurozona debe llevarse a cabo "sin demora" porque es "indispensable para la credibilidad y la confianza en el futuro de la unión económica y monetaria (UEM)".
"La crisis actual ha puesto claramente en evidencia las lagunas de la arquitectura de la UEM. Debemos corregir estas lagunas", insisten. "Proponemos que las nuevas reglas y compromisos se incluyan en los Tratados europeos. En caso contrario, los Estados cuya moneda es el euro tendrán que avanzar", reiterando así su amenaza de llegar a un pacto a 17 si algún país de fuera de la Eurozona plantea problemas.
Por su lado, los líderes europeos presionarán hoy a Alemania para que acepte aumentar por encima de los 500.000 millones el fondo de rescate para países endeudados, con el objetivo de garantizar que tenga recursos suficientes en caso de que Italia y España necesiten ayuda.
EEUU apoya los planes de Rajoy
El secretario de Estado del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, avaló ayer los planes del futuro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para afrontar la crisis económica y le deseó todo el éxito en su puesta en marcha, porque considera que el análisis de la situación del líder del PP y el modo con que piensa afrontarla son los correctos.
Según informaron fuentes del PP, Rajoy expuso a Geithner, en su primera reunión con un miembro de la Administración de Barack Obama desde que ganó las elecciones, su programa económico, que pasa por la reducción del déficit público, la reforma laboral y la reestructuración del sistema financiero, y el secretario de Estado norteamericano aseguró que está totalmente de acuerdo con sus intenciones.
Por su parte, Geithner le explicó que Estados Unidos ya pasó por una reforma del sistema financiero y le trasladó lo que, a su juicio, fueron aciertos y errores en esta tarea, aunque no expresó ningún consejo concreto para la reforma que prevé Rajoy.
En la reunión, que duró 35 minutos, estuvieron presentes, por parte española, el jefe de Gabinete de Rajoy, Jorge Moragas, el secretario de Economía del PP, Álvaro Nadal, y el embajador español en Francia, Carlos Barracheda. Por su parte, Geithner estuvo acompañado por su subsecretaria, Lael Brainard, y por el embajador norteamericano en España, Alan Solomont.
El secretario del Tesoro de EEUU se ha desplazado a Europa para encontrarse con varios líderes europeos, a los que pidió que adopten medidas decisivas, a la vez que expresó su confianza en el plan franco-alemán para reformar el Tratado de la Unión Europea.
