El último partido de Unai Emery en Mestalla fue el 5 de mayo de 2012. Era la jornada 37 y el Valencia, con la victoria ante el Villarreal, amarraba la tercera plaza liguera, por tercer año seguido, y por ende su tercera participación consecutiva en la Liga de Campeones. En el historial del club levantino sólo figuran diez presencias en la máxima competición continental, donde ha sido finalista en dos ocasiones. Tres de esas presencias han sido bajo la dirección del entrenador vasco, hoy en las filas del Sevilla FC, que mañana domingo se presentará en la que fuera su casa entre 2008 y 2012 con la intención de prender la hoguera de la Falla que es el Valencia de Miroslav Djukic, que puede saltar por los aires del banquillo valencianista con una nueva derrota ante el Sevilla de Unai.
Así es el fútbol, pero seguramente estos días valoren más en Valencia el trabajo que allí desarrolló Emery, que llegó en un momento muy convulso, y pese a los excelentes resultados que cosechó en Liga, disputar las semifinales de Copa (tras eliminar al Sevilla) y las semis de la Europa League en la 2011-2012, siempre estuvo en el disparadero. La afición valencianista no le perdonó que no alcanzase ninguna final, y sobre todo que, pese a que fue perdiendo a sus mejores jugadores, de enorme peso, caso de Villa, Silva y Mata, siempre se le pidió que estuviese cerca de los dos grandes, Real Madrid y Barcelona. Desde su salida de Valencia ya han pasado por ese banquillo tres entrenadores: Mauricio Pellegrino, Ernesto Valverde y Miroslav Djukic. Ya se habla de la vuelta de Quique Sánchez Flores. El Valencia perdía el tren de la Champions con su derrota por 4-3 en el Pizjuán ante Emery la temporada pasada. Ha comenzado la Europa League con derrota por goleada (0-3) ante el Swansea.
Pero Emery, pese a la balsámica victoria en Estoril (1-2), más que una victoria por revancha, que el entrenador tampoco busca, necesita ganar para empezar a despejar las dudas que le acompañan desde su llegada en enero al banquillo de Nervión. Hay que recordar que el Sevilla acude a la cita en última posición de la Liga con solo dos puntos, con un esquema de juego aún no consolidado y con una racha negativa a domicilio impropia de un equipo con aspiraciones en la zona alta. Desde que se hiciera cargo del Sevilla el 14 de enero de 2013 (debut en Getafe en Liga) no ha ganado un solo partido a domicilio su equipo. La última fue bajo la batuta de Míchel en Riazor el 24 de septiembre de 2012, va para un año. En el Sevilla Emery suma 11 partidos fuera sin ganar (seis derrotas y cinco empates), incluyendo los dos partidos de esta temporada. Pero a esos 11 en el Sevilla hay que sumarle otros seis con el Valencia, es decir que Emery acumula una racha en la Liga española de 17 partidos consecutivos sin ganar lejos de su estadio (desde el 18 de marzo de 2012 en San Mamés ante el Athletic). Y llega a Mestalla.
El ambiente no puede estar más enrarecido en torno al Valencia. La derrota ante el Swansea (0-3) ha colmado la paciencia de los siempre exigentes aficionados valencianistas, que ya en los últimos minutos del partido ante los ingleses cargaron contra sus jugadores al grito de mercenarios. Tras la conclusión, varios cientos de seguidores del equipo de la capital del Turia esperaron la salida de los futbolistas mientras seguían cánticos del tipo esta camiseta no la merecéis. Por seguridad, los jugadores tuvieron que esperar a que se calmaran los ánimos para marchase a sus domicilios, aunque alguno como el capitán Ricardo Costa se aventuró a dejar el estadio, donde recibió las críticas y algún que otro improperio.
En Valencia, los medios de comunicación manejan la información de que los jugadores están enfrentados al entrenador, Miroslav Djukic, al que si no han cesado ya es por el apoyo del presidente, Amadeo Salvo, que quiere darle una última oportunidad. Sin duda, es un ambiente del que el Sevilla FC puede sacar partido si se muestra sólido y, sobre todo, es capaz de ponerse por delante en el marcador. El Valencia lleva cuatro derrotas consecutivas, ante Español, Barcelona, Betis y Swansea, algo que no sucedía desde hace nueve años.
33Dadas las circunstancias, el Valencia tomó ayer la decisión de reforzar la seguridad en las instalaciones de Paterna, donde el equipo llevó a cabo su entrenamiento de la mañana tras el descalabro en la Liga Europa. Djukic se reunió durante una hora con sus futbolistas en el vestuario para tratar de reconducir la situación, al tiempo que el club hacía público que ningún jugador hablará hasta después del partido ante el Sevilla FC. El entrenador sí comparecerá hoy en rueda de prensa como es habitual en la previa. Mientras suena con fuerza el nombre de Quique Sánchez Flores para sustituirle, Djukic se reunió ayer en un conocido restaurante de Valencia con el presidente Amadeo Salvo y el director deportivo, Braulio Vázquez. Ante el Sevilla de Emery tiene la última oportunidad.
