El Gobierno de México dio ayer un paso más en su estrategia para combatir a los criminales que han desatado una ola de violencia en Ciudad Juárez, fronteriza con Estados Unidos, al enviar a esa urbe a mil agentes federales que se sumarán a los 3.000 soldados enviados el fin de semana.
Con ellos, en total vigilarán Ciudad Juárez, localidad con 1,5 millones de habitantes, 5.000 soldados (de los cuales había 2.000), más 1.543 agentes federales, de los que ya estaban 543 en esa ciudad. "Estamos ya moviendo fuerzas para Juárez, se están trasladando para allá unidades de inteligencia", tanto para cuestiones técnicas como operativas, dijo a la prensa el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, al frente de la Policía nacional.
Ciudad Juárez tiene una enorme movilidad transfronteriza de personas, con 200.000 cruces diarios, debido a la gran cantidad de industrias maquiladoras (ensamblaje), lo que es aprovechado por el crimen organizado que trafica en esta zona con drogas y armas.
carteles. Además, en 2008 fue la urbe más violenta de México con 1.600 muertes de las 5.600 registradas en todo el país. La ciudad es una plaza disputada por los carteles de Sinaloa, encabezado por Joaquín El Chapo Guzmán, que le ha quitado preponderancia al de Juárez, encabezado por Vicente Carrillo, y el cartel de Tijuana, de los Arellano Félix.
Todos estos carteles se apoyan en cientos de pequeñas bandas criminales, integradas por entre cinco y 15 miembros, para la distribución de drogas hacia Estados Unidos y el lavado de dinero en México.
El secretario García Luna dijo que México prevé que las autoridades estadounidenses también tengan capacidad para contener a los delincuentes del narcotráfico que se mueven en los límites entre las dos naciones.
