Meyer: «Hay que desmontar la UE y crear otro modelo más social»

Eurodiputado desde 2004, encabeza por tercera vez la lista de IU a las europeas. Espera que el desgaste del bipartidismo le permita triplicar los dos escaños que tiene su grupo en el Parlamento.

Imagen WILLY MEaYER 5Willy Meyer (Madrid, 1952), eurodiputado desde 2004, encabeza por tercera vez la lista de IU a las europeas. Espera que el desgaste del bipartidismo le permita triplicar los dos escaños que tiene su grupo en el Parlamento. Concurre por última vez para formar parte de una institución en la que no cree «tal y como está planteada». Su candidatura se integra en Izquierda Unitaria Europea, que mezcla varias corrientes progresistas. Su programa no busca mejorar lo que hay, sino cambiar todo de arriba abajo. «El actual modelo es un fracaso», dice. La entrevista se realizó el viernes por teléfono, tras un mitin en Toledo. La principal preocupación de los europeos es el paro. ¿Cuál es su receta para crear empleo, si la UE apenas tiene competencias? Antes de nada, quiero decir que la UE es un proyecto fallido, fracasado, y esa pregunta es ejemplo de ello. Queremos otro proyecto regional con instrumentos económicos distintos, con un banco público que invierta directamente en los Estados a interés cero. El Banco Central no lo hace, presta dinero a la banca privada. Queremos un plan de empleo que dedique el 3% del PIB, una moneda controlada y un espacio fiscal que permita acabar con el principio desregulador de la economía pactado por el PSOE y el PP. Esta Europa está haciendo esclavos. No puede convivir una tasa de desempleo del 25% en España con un incremento de la actividad económica que no se traduce en empleos. Si el problema de la UE es el paro, ¿por qué sólo se destina una partida de 6.000 millones en 7 años? La UE está construida para la libre mercancía, la gente estorba en este proyecto, no les importan que sufran. Seis millones de parados aquí es un ejemplo de que este proyecto europeo no tiene futuro. ¿Quién manda en Europa? El Consejo Europeo, formado por los 28 Estados, la mayoría de derechas, y los de izquierdas que hacen lo mismo que la derecha. La Comisión Europea y el Banco Central, conservadores, de derechas. Aquí no mandamos los ciudadanos. Han conseguido con la desregulación que manden los consejos de administración de las multinacionales. Usted denuncia que el actual modelo europeo no es democrático. Con ese mensaje, ¿qué sentido tienen entonces estas elecciones? Tiene sentido para que nos voten a nosotros, que queremos crear un nuevo proceso constituyente desde abajo y para la gente. Nuestra obligación es denunciar que esta UE está puesta para una minoría privilegiada que ha hecho saltar por los aires el Estado de Derecho. Pero, ¿es factible sacar adelante su modelo alternativo de la UE si estas elecciones le son favorables? Ahora el modelo europeo no es reformable, porque la derecha y los socialistas lo han blindado. Queremos un cambio constituyente en la UE y en España. Cuando PSOE y PP cambiaron la Carta Magna para blindar el déficit, rompieron el pacto constituyente del 78. Ahora tenemos las manos libres para cuestionar todo, incluso la monarquía. Queremos lo mismo para Europa y para España: una república federal solidaria, el revocatorio de cargo público si no cumple su programa, referéndum vinculantes que obliguen a los Estados a acatar la voluntad popular. Desde la izquierda, sólo podemos hacerlo nosotros. Mire el recorte social de 50.000 millones de Hollande en Francia, no se distingue de la derecha. Los socialistas han sido la gran decepción europea. ¿De quién es la culpa de que el 60% de andaluces no vote? Y eso cuando caía una lluvia fina sobre Bruselas, ahora hay una lluvia ácida que lo destruye todo y el interés es peor. Intentaremos convertir la desesperación de la gente en palanca de cambio. Ahora no participa porque nunca se le pide opinión. ¿Es cierto que estas elecciones cuentan más con el ciudadano porque indirectamente votarán al próximo presidente de la Comisión? Eso es propaganda. Hacen ver que los europeos tienen la capacidad de elegir al líder a través de los grupos, pero no es verdad. El único órgano competente para presentar al candidato a la Comisión es el Consejo Europeo. Ahora dicen que si un candidato saca más votos que otro, el Consejo no hará esa propuesta. Pero si el resultado entre PSOE y PP es muy ajustado, por ejemplo a favor de Schulz (socialista), el Consejo, que es de derechas, tiene legitimidad para decidir que el presidente sea Juncker (popular) u otro. Hace falta un Parlamento que legisle de verdad. Ahora no puede controlar al Consejo ni a la Comisión. Hay que desmontar la UE y montar otro modelo más social. ¿Y cuándo se torció todo? ¿Empezaría por desmontar Maastricht? Sí, se torció a partir del tratado de Maastricht. Hasta entonces había un consenso no ideológico. A partir de 1992, cuando se aprueba una moneda única sin tesoro público, se crea una Europa para mercaderes, no para ciudadanos. Anguita lo denunció. Se ha barrido lo público y lo social, y esa quiebra del modelo de integración regional viene escrita en todos los tratados europeos hasta el de Lisboa (2009). Los partidos europeos son una mezcla de grupos que se unen por «afinidad ideológica». ¿Es homologable la IU andaluza y la europea? Sí. Estamos con Syriza, la izquierda verde nórdica, el partido comunista portugués, todos afines, y funciona bien. Se pueden coordinar luchas contra el austericidio. En Europa concurren separados Izquierda y Los Verdes, y aquí van unidos. Me extraña que tenga más afinidad con Alexis Tsipras que con un histórico del sindicalismo como José Bové, que es de su quinta. Efectivamente, aquí hace años que convergimos. Luego Los Verdes se separaron, pero seguimos con las siglas porque ya estaba registrada. El problema del grupo Verde europeo es que ha tenido una deriva hacia posiciones neoliberales, con influencia de Los Verdes alemanes que no descartan gobernar con la CDU de derechas. Son muy ambiguos. ¿Usted ha votado iniciativas del PSOE y del PP en Estrasburgo? Sí, muchas, en temas de producción española, pero nunca sobre orientación estructural económica de la UE ni del tratado de estabilidad. Y ellos han coincidido en un 75% de sus votos en política económica. Y la nueva PAC, que beneficia al agricultor parásito, como la Reina de Inglaterra o la Duquesa de Alba, la pactaron en un 80%. ¿Cuál ha sido el gran acierto y el gran error de la UE estos 5 años? Muchas decisiones nos han producido indignación porque iban en contra de lo que la gente necesita. La política de inmigración, la directiva de la vergüenza, votada por PSOE y PP, que permite la encarcelación de una persona por no llevar documentación, me avergüenza como eurodiputado. En la parte positiva, hemos frenado obras públicas que ponían en riesgo el medio natural: los fosfoyesos en Huelva. ¿Qué significará el resultado de IU en las europeas para el coordinador regional Antonio Maíllo? Estos días Maíllo ejerce de candidato europeo. Va a ser un respaldo a su buen hacer. Está demostrando gran capacidad e inteligencia y que conecta con los que más sufren.

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