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"Mi ilusión siempre fue convertirme en matador en la plaza de mi tierra"

El joven novillero de Espartinas Javier jiménez ha cumplido la primera parte de un sueño. Enrique Ponce le convertirá en matador de toros el próximo sábado en una ceremonia que testificará El Cid.

el 30 abr 2014 / 23:30 h.

Imagen 1405a01 Javier Jiménez 1 Javier Jiménez vive con ilusión y naturalidad los días previos a una alternativa soñada que no siempre estuvo en su mano. Se habló de Valencia, de algún ruedo francés; hasta de la reaparición puntual de su maestro, Juan Antonio Ruiz Espartaco, para convertirle en matador de toros en una plaza alejada de la Sevilla soñada. Pero las circunstancias organizativas de la feria que hoy inicia su ciclo continuado allanaron un camino que le ha colocado en la yema de uno de los carteles más rematados del ciclo. En su faceta como novillero le quedó muy poco por demostrar. El camino más duro comienza este sábado. El día casi ha llegado. Sí, esto está aquí ya. Ya ha llegado. Solo quedan dos días y estoy con la ilusión a tope, responsabilizado, pero sobre todo muy contento. No se trata solo de la plaza y el cartel, que es un sueño cumplido, también es la satisfacción de encontrar el apoyo de la afición. Tengo que agradecer a la Unión de Abonados, a Juventud Taurina de Sevilla y a la Tertulia Taurina Universitaria que pidieran mi alternativa en Sevilla. De alguna manera también es gracias a ellos. Hay que responder a todo eso con sentido de la responsabilidad. Sevilla siempre estuvo en el pensamiento pero antes hubo que contemplar otros planes. Al final se salió con la suya. Mi ilusión siempre fue convertirme en matador de toros en mi tierra, pero no solo porque es donde he nacido sino por todo lo que significa para el toreo la plaza de toros de Sevilla. Uno aspira a lo más alto y en este caso lo más alto era Sevilla. Gracias a Dios ha salido y no puedo estar más contento. A veces las cosas son para bien. Ese año extra de novillero no solo le sirvió para terminar de cuajarle. También ha encontrado un reconocimiento unánime. Es verdad, no hay mal que por bien no venga. Además de cuajarme como hombre y como torero, este año me ha servido para sumar triunfos que me faltaban por conseguir como los de Sevilla, Valencia y Madrid. El colofón fue mi encerrona con seis novillos en Espartinas cerrando una campaña completa en éxito y rotundidad. También me ha servido para compenetrarme con José Luis Peralta, mi apoderado. Todo ha salido a pedir de boca. En esa encerrona otoñal de Espartinas se resumió todo. El comentario era unánime: este torero tiene que tomar la alternativa ya. Eso es lo que perseguíamos al encerrarnos en solitario. Queríamos que la gente se diese cuenta de que estaba perfectamente preparado. Maté siete novillos, corté unas cuantas orejas y creo que di una dimensión muy buena. A lo mejor no pude completar ninguna faena pero creo que hice lo que cada novillo pidió y la gente no se aburrió nunca. Todos pudieron ver que ya estaba listo para dar el salto. Hay que detenerse en esas plazas clave que ha nombrado: Sevilla, Valencia y Madrid. Fueron tres escenarios clave de cara a los profesionales. Sí, me faltaba esa guinda. Todos me reconocían raza, valor… pero todavía no tenía definido por completo mi concepto. Me faltaba afinar el trazo, ser capaz de expresar lo que yo tenía en la cabeza. José Luis Peralta sí fue capaz de extraérmelo. A partir de ese momento lo importante no fue cortar una oreja más o menos. En esas plazas me cantaron más la dimensión que había dado, lo que bien que había estado, que el corte de los trofeos. Eso era lo importante de cara a los profesionales. No se puede hablar de la carrera de Javier Jiménez sin mencionar a la casa Espartaco. No tengo ni que decirlo, no puedo decir más de una familia que significa tanto para mí. Me lo dieron todo al principio de mi carrera y cada vez que han tenido que echarme una mano no me ha faltado nada, tal y como hicieron el año pasado, regalándome dos novillos para mi encerrona. Todo el mundo sabe que mi nombre está ligado a la familia Espartaco. José Luis Peralta ha continuado la labor que iniciaron ellos sin bajar ese nivel. La verdad es que siempre he tenido la suerte de estar rodeado de grandes profesionales que me han aconsejado bien. El caso es que el nombre de Espartaco estuvo encima de la mesa para darte la alternativa. Así parecía que iba a ser en un principio. Luego no salió; sí salió lo de Sevilla pero aunque lo del maestro no terminara de cuajar no me hacía falta. Y no me hacía falta porque le estoy tan agradecido que sé perfectamente que su intención era reaparecer y darme la alternativa. La que hay formada en Sevilla y por Sevilla... Pero eso ha sido toda la vida… esos problemas entre toreros y empresarios siempre han existido pero ahora mismo no es asunto mío porque no tengo nada que ver con eso. Ahora mismo mi problema –bendito problema– es mentalizarme para el día tres de mayo. ¿Confirmará pronto la alternativa en Madrid? Los carteles de San Isidro ya están en la calle pero ya sé que mi segunda corrida de toros será con Ponce y Castella en la feria de Osuna. Si me lo dicen hace un año ni me lo creo. Dos corridas de toros y las dos rodeados de figuras. Estoy viviendo esto como un sueño. La verdad es que no tiene mal padrino de alternativa. Imagínese lo que ha significado y lo que sigue significando el maestro Ponce. Ya son 25 años de alternativa y sigue estando en figura. Eso no lo ha conseguido nadie. He tenido la oportunidad de hablar algunas veces con él y me he dado cuenta de que además es una gran persona. Y El Cid, además de ser un matador de Sevilla de la primera línea, he podido tratarlo más. Es un torero y un hombre de categoría. ¿Le gusta la ganadería? Juan Pedro siempre es Juan Pedro. Es una ganadería de figuras. ¿Alguna sorpresa especial para el gran día? ¿Podemos conocer el color del vestido? No me importa desvelarlo. Me vestiré de blanco y oro por seguir la tradición. Me gusta respetar y cuidar esos detalles. Tienen que ser momentos de felicidad familiar en casa. Ahora mismo están todos felices porque me ven a mi feliz. Pero me imagino que por dentro lo tienen que estar pasando regular. Saben lo que llevamos pasado para llegar a este día y este momento y se encuentran un poco nerviosos. Están tan contentos como preocupados. A veces los sueños se cumplen. Sí, la primera parte del sueño se ha cumplido. Esperemos que también se cumpla la segunda.

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