Hillary Clinton no se resigna pese a lo oscuro de los datos. "Mi obituario político está aún por escribirse", declaró la senadora por Nueva York tras su victoria en las primarias de Puerto Rico, ante las voces que piden su retirada de la carrera por la nominación demócrata. Entre esas voces, se alza ya alguna de su propio bando. Clinton declaró que se tomará la carrera por la nominación "día a día", aunque reconoció por primera vez que todas las opciones, incluida la retirada, están abiertas.
"Soy una persona del día a día y ya veremos qué hacemos cuando llegue el martes y el día después", dijo, refiriéndose a las primarias que hoy se celebran en Montana y Dakota del Sur. "La gente ha estado intentando echarme de esta carrera desde Iowa, pero mi obituario político todavía está por escribirse y seguimos adelante", sentenció.
Hoy se disputan en Montana y Dakota del sur las últimas primarias demócratas antes del congreso del partido en agosto. En la última cita, Barack Obama parte como favorito. En cualquier caso, aunque Clinton ganara, ya no tiene posibilidades de superar en delegados a su adversario y depende de los superdelegados (figuras prominentes del partido cuyo voto en la convención no depende de los resultados de las primarias).
El desenlace. Con toda probabilidad, el esperado resultado de las primarias demócratas no se conocerá hoy. Independientemente de lo que hayan votado los militantes en las urnas, la decisión última corresponde a los superdelegados, que se decantarán por seguir el dictado de los votantes y apoyar a Obama o dar su respaldo a la senadora.
Hillary Clinton viene insistiendo en que los superdelegados deben sentirse libres para darle su apoyo.