-¿Es difícil llegar a la Alcaldía tras una pérdida tan dolorosa como la de Juan Escámez?
-Había soñado muchas veces con ser alcalde, pero jamás pensé que el destino iba a deparar estas circunstancias. No es agradable. Ha sido un palo en lo personal y en lo político la pérdida de Escámez. Es la peor forma de llegar a la Alcaldía, pero entro con fuerza, ilusión y un objetivo claro: concluir los proyectos que dejó abiertos. El futuro de Sanlúcar es ilusionante y no todos los días tiene uno la suerte de ser alcalde. Además, tengo la suerte de tener un equipo preparado e ilusionado.
-En la investidura comparó a Escámez con el soñador Don Quijote y a usted con un realista Sancho. ¿Trabaja en realidades o seguirá la senda de los sueños de su predecesor en el cargo?
-Todo español tiene algo de Quijote y algo de Sancho. Siempre he sido una persona más de la realidad. Juan [Escámez] era un soñador consciente, de mirar al futuro y conocer los problemas. Yo era su contraposición, como Pepito Grillo. Me agarraré a la realidad y seguiré soñan- do, porque un político tiene esa obligación de dar tres pasos adelante cuando el resto da uno. No soy Juan, aunque todos llevemos parte de él. Soy una persona comedida. Perseguiré los sueños pero con los pies en el suelo.
-Y con esa mirada, ¿cuál es la realidad de Sanlúcar?
-Hace 10 años, se hablaba del parque tecnológico y hoy es realidad. La Sanlúcar de hoy tiene un futuro ilusionante, pero como en otros municipios, hay familias que lo pasan mal, porque no tienen dinero. El Ayuntamiento tiene recursos limitados y afronta esa circunstancia como puede.
-¿Cuáles son los ejes para llegar a ese futuro ilusionante?
-Uno de ellos es, sin duda, la innovación con el nuevo parque, que aprovecha la sinergía de las plantas solares. Es un logro de los ciudadanos. Se vio la oportunidad y ya se ha constituido la sociedad encargada de gestionar el parque de innovación. Hasta se está preparando el plan de exposición para la promoción.
-Y después la urbanización.
-Ahí estará nuestra gente. La construcción llega en una etapa complicada y vamos a procurar siempre que las empresas locales tengan una oportunidad allí. Sea la obra que sea, preferimos que la inversión se quede aquí.
-El parque de la innovación nació a la luz inicial de Abengoa, ¿tener una empresa así ayuda algo en tiempos de crisis?
-Aparte de tener una plantilla con sanluqueños, Abengoa genera empleo indirecto. Los hostales, hoteles y restaurantes generan riqueza con las comidas o cuando se quedan a dormir. Esto crea una inercia nueva y se nota. Hoy todo el mundo quiere entrar ahí. El Ayuntamiento seguirá colaborando con Abengoa, que no sólo está aquí, sino que es patrimonio de los sanluqueños.
-¿Cuál es el papel de Sanlúcar la Mayor en la comarca?
-Somos el corazón del Aljarafe y lo sentimos así respetando al resto de municipios. Sanlúcar, siendo cabeza de partido y con servicios como el parque de bomberos o los juzgados, debe mantener viva esa vocación de centralidad, pero sin mirarse el ombligo. Sanlúcar no es una isla en la provincia, sino que debe cooperar con otros municipios. No todos pueden tener una piscina cubierta o un parque de innovación. Hay que tener una visión de Aljarafe y de territorio.
-Como el proyecto del Cercanías del Aljarafe, ¿cómo va?
-Es un buen ejemplo en movilidad sostenible. El Ministerio de Fomento está cumpliendo los plazos y las determinaciones que nos comunicaron. Y por ahora, existe una lealtad institucional.
-Juan Escámez lideró desde el principio este proyecto, ¿cogerá también ese testigo?
-Vamos a seguir haciéndolo. En un encuentro reciente estuve con la consejera de Obras Públicas, Rosa Aguilar, y le pedí que el proyecto de Cercanías no se durmiera, que siguiera vivo. Me dijo que no había problemas, que eso estaba cerrado con Fomento y que se está cumpliendo el cronograma. Pero mi obsesión es hacer que se cumplan los plazos del Cercanías y llegue en 2011, aunque todo esté en orden y con la ayuda del Estado y la Junta.
-Se ha criticado mucho la situación de los juzgados de Sanlúcar, ¿que solución le daría?
-Estaban en un lugar inadecuado y hace tiempo se trasladó a un edificio más moderno. El Ayuntamiento quiere que los juzgados se queden aquí y si hay que hacer una reforma, se hará. La cantidad de papeles es labor de las administraciones, que deben modernizar la forma de trabajar.
