Atados de pies y manos. Ni pueden aparcar ni tampoco sentarse en la plaza Rafael Salgado. El caso del parking de Bami es uno de los más sonados. Los vecinos viven una tensa espera desde que hace un año comenzó el desmantelamiento de la zona verde, con vallado incluido. Ahora piden que habiliten la plaza.
Ni bancos ni farolas ni palmeras ni juegos infantiles. En julio, la plaza Rafael Salgado se cortó al tráfico rodado y a los peatones, con la pérdida de los aparcamientos en superficie. Entonces, se acordonó el perímetro de obras ante la inminente llegada de las excavadoras para la construcción del aparcamiento subterráneo, que ya acumulaba años de retraso. La crisis ha vuelto a sepultar el proyecto y con él la ilusión de centenares de vecinos, que habían llegado a reservar sus plazas abonando el depósito de mil euros. Ahora piden que, si al menos no pueden estacionar sus vehículos, el Ayuntamiento vuelva a adecentar la plaza para el verano. Movilidad se plantea recuperar el parque con la zona de juegos de cara a la época estival.
"Nos han quitado hace casi un año la plaza y deberían haberlo hecho justo cuando fueran a comenzar.Si la empresa tiene problemas, ¿qué ha hecho Bami para merecer esto?", critica el portavoz de Bami Unido, Antonio Núñez, que recuerda que el delegado de Movilidad llegó a anunciar en una visita en septiembre "el inicio de la obra, con previsión de terminar en junio de este año", cuando ni si quiera ha empezado. Ahora la causa, según comentan los vecinos, es "la falta de un aval", dice Núñez, que critica el "vertedero" en el que se ha convertido el solar. La preocupación también llega a los vecinos de la calle Arroyo. La caseta de información de Equipark, la UTE de Azagra -adjudicataria de los tres parkings de la zona (El Zodiaco, Rafael Laffón y Memphis)- recibe estos días más quejas o reclamaciones de la señal de 1.000 euros que reservas de plazas:"La gente está escamada y quiere su dinero", espeta José Antonio Rodríguez, de la entidad vecinal El Pueblo.
Igual de parado está el aparcamiento de Rochelambert. Nada se sabe.En este barrio fue la fuerza vecinal, y no la crisis, la que evitó en julio el inicio de la obra en la parcela comprendida entre las calles Juan Carballo, Puerto de Cienfuegos, Puerto de Biella y Puerto de Jumillas. Argumentaban su oposición a la falta de un informe previo que garantice la seguridad de sus viviendas: "No queremos que nuestros bloques terminen agrietados como los de la Ronda de Triana con la construcción del parking de Crucero Baleares", confiesa Fernando Gómez, portavoz de los afectados. La acción vecinal se rodeó del asesoramiento jurídico de Joaquín Moeckel, que denunció "ciertas incoherencias" en la titularidad del terreno, aún sin aclarar.
Hace tres meses el letrado sevillano llegó a presentar al Ayuntamiento el borrador de una normativa municipal que obligue a las promotoras de los aparcamientos a realizar un estudio previo. "Nada se supo de ello", subrayan los vecinos, que recuerdan que "el Ayuntamiento no ha respondido". Mientras se resolvía el preceptivo estudio, los vecinos obtuvieron el compromiso del delegado de Urbanismo de que "no concedería la licencia sin el estudio". Ahora la crisis les echa una mano, pues la empresa Azagra ha comunicado que carece de liquidez para afrontar los aparcamientos.
