Es la voz de María Luisa Reina, madre de una familia sevillana que ha pedido auxilio a la Junta, titular de la promoción de viviendas sociales en Los Bermejales conocida como 99 viviendas. Denuncia el acoso de una vecina que "desde que llegó arremetió contra nosotros, como una persona que tiene una adicción".
"Es un acoso y derribo; venía a mi trabajo a insultarme y me ponía hojas de reclamaciones hasta que lo dejé, le decía barbaridades a mi hija en el autobús, me escupía desde la ventana". María Luisa relata lo que para ella es "una fijación. Yo he sufrido un aborto, he perdido mi trabajo y estoy en tratamiento psicológico", explicó la propia afectada, madre de tres hijos. "Viene rebotada de otras zonas donde ha sido desalojada por lo mismo".
Según explica, "desde que llegó arremetió contra nosotros, como una persona que tiene una adicción". De ahí que el pasado 16 de mayo se vieran obligados a abandonar su vivienda para refugiarse en casa de una amiga que vive en el extranjero y evitar así que "una mala persona arruine la vida a unos trabajadores que no tienen ni una multa de tráfico, cualquier día iba a haber una desgracia".
Y es que según denuncia, "esta mujer se inventa cosas: en 1999 denunció a un menor de violar a su hija y se demostró que era mentira". Luego le tocó a ella. "Me amenazó con reventar a mi hija de tres años, a la que tenía que cantar para que no oyera los insultos" cuando caminaban por el barrio. "Me dijo que me iba a reventar la cabeza con una pistola, pero que primero me tenía que ver sufrir reventando en el suelo a lo que llevaba de la mano", relató. También recordó cómo a su hijo, entonces menor de edad, "llegaron a leerle los derechos porque ella presentó una denuncia falsa".
Más tarde, denunció a la familia Reina pero "ha perdido dos juicios en un año y medio".
Ante tal situación, recurrió a la Fiscalía, al Defensor del Pueblo Andaluz, ha remitido un escrito con firmas de vecinos a la Empresa Pública del Suelo de Andalucía (EPSA) para suplicar que, "por justicia, la echen a ella, que tiene una guerra abierta con tres familias más". En caso contrario, dice aceptar un traslado en caso de que no sea posible. "No nos queremos ir de casa, nos encanta el barrio y éramos muy felices, pero si no pueden echarla a ella que por favor nos den otra vivienda, porque no se puede llevar dos casas para delante con el sueldo de un obrero ni quiero dividir a mi familia para repartirnos en casas de familiares", reclamó.
Así, contó que cuando fueron a recoger su ropa para abandonar temporalmente su hogar en espera de una solución mandó a la Policía diciendo que su marido la había amenazado. Pero "nadie se hace cargo, ni siquiera llaman para decir que se están ocupando del caso, ni el Ayuntamiento ni la Junta ni nadie".
María Luisa también quiso aclarar que cuenta con el apoyo de los vecinos de la zona, aunque "no quieren salir por miedo", y criticó que "la Justicia parece que estuviera hecha para el delincuente. La conocen en todas las comisarías de Sevilla y, según el abogado, en lo que va de año acumula 80 causas abiertas".
