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Deportes

Míchel-Clemente: mejor ni hola

Ambos están distanciados desde 1992, cuando el entonces seleccionador puso fin a la trayectoria internacional del madrileño.

el 05 mar 2012 / 21:44 h.

Míchel y Clemente se ven las caras.

El Molinón, donde Sevilla y Sporting se enfrentan este sábado, vivirá un auténtico duelo de banquillos. La relación entre Míchel y Javier Clemente es, sencillamente, inexistente desde el 18 de noviembre de 1992. Aquel día, el exseleccionador puso fin a la trayectoria del entonces emblemático jugador del Real Madrid en el equipo nacional. España se jugaba parte de sus opciones de clasificarse para el Mundial de Estados Unidos'94. El partido, disputado en el Sánchez Pizjuán, curiosamente, terminó con un decepcionante 0-0 ante la República de Irlanda. Fue el último de Míchel en la selección.

Clemente decidió dar un giro al equipo y el madrileño fue uno de los que pagaron los platos rotos. Junto a él, Butragueño, quien ante los irlandeses jugó su primer y único partido con el de Barakaldo. Poco después caería Martín Vázquez.

"Opte por Luis Enrique porque cuando llevé a Míchel vi que no daba más de sí", explicaría Clemente más tarde. "Míchel era un jugador muy cómodo que sólo jugaba en casa. Cuando había que rascar fuera, se escondía", lanzó también a la hoguera.Clemente dejó al actual entrenador del Sevilla fuera de la lista para el Mundial. "Le respeto profundamente. Me encanta y me gustará hasta que deje de jugar al fútbol, pero ahora mismo prefiero a Aldana", explicó.

Pese a ello, Míchel fue a Estados Unidos. Lo hizo como comentarista de TVE, algo que no gustó al técnico y que éste llegó a lamentar públicamente. Entendía que la presencia del futbolista podía descentrar a sus compañeros. Unas palabras que hicieron aún más agria la relación.

LEÑA AL FUEGO. Clemente no olvida un artítulo que escribió Míchel en Marca años más tarde (abril de 2002). En él, decía: "Sigue subido en la Gabarra desde hace veinte años. Sus palabras sincronizan con sus hechos, es decir, están vacías. Pasa por no tener pelos en la lengua... para los demás, pero es incapaz de analizar su manifiesta impotencia como técnico obsoleto, asunto que han sufrido varios clubes en su mercenario peregrinar. Prefiere distraernos a todos. La lástima es que mientras Tenerife sufrirá por el posible descenso, él se dedicará a mejorar su hándicap en el único campo que le interesa: el de golf. Eso sí, desatará su lengua, pero de su fracaso ni hablar. En realidad no le interesa ni al propio Clemente".

El de Barakaldo se la guardó y en abril de 2010 volvió a hablar de él. Lo hizo con ocasión de su primer y único duelo en los banquillos hasta la fecha. Clemente dirigía al Valladolid; Míchel, al Getafe. Zorrilla era el escenario."Escribió un artículo sobre mí en el que me insultó, y yo soy una persona muy sensible. Siempre a mis internacionales les he agradecido su esfuerzo, pero se hizo comentarista. No sé si se equivocó o le engañaron, y me insultó, por lo que no quiero tener ninguna relación con él. No venía a cuento, se equivocó y, ahora, él hace su vida y yo la mía", comentó en vísperas del partido.

Míchel, por su parte, restó trascendencia al reencuentro. "Quiero estar al margen de eso. Los protagonistas son los jugadores y no creo que mis opiniones influyan. Siempre he dicho que los futbolistas son los que deciden en el campo", dijo. Incluso, elogió a la trayectoria profesional del vasco: "Es un buen entrenador. No hay más que fijarse en su currículum. Tiene dos Ligas y ha sido seleccionador, algo que no he logrado yo. Lógicamente hay que mirar a ese tipo de entrenadores. Profesionalmente, es lo que pienso de él".

NADA DE SALUDARSE. Luego, cuando ambos saltaron al terreno de juego, no se saludaron. Ni siquiera se miraron. El entonces técnico pucelano llegó primero al banquillo, se sentó en él y permaneció sin moverse hasta el inicio del choque; el entrenador del Getafe, por su parte, salió instantes más tarde y permaneció de pie mirando al campo, según relatan las crónicas. Tras el partido, más tirantez.

"En mi vida, como en mi trabajo, las causas perdidas no las intento recuperar", dijo Míchel tras el 0-0. Clemente, por su parte, replicaba: "Si dice que es una causa perdida, es señal de que no quiere pedir disculpas. Es igual. No vamos a estar así 25 años. A mí, como si se quiere ir andando a Madrid".

Ahora, dos años después, se reencuentran por segunda vez. De ello habló Clemente hace muy poco, cuando fichó por el Sporting. "Ni puedo ni debo saludarle. Sería una falsedad. Escribió barbaridades de mí por quitarle de la selección para poner a Luis Enrique. Y no me lo perdonó. Me llamó ladrón. Pero yo no le critico". Míchel, por ahora, guarda silencio.

 

 

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