Sin embargo, él mismo quiso restarse méritos en la sala de prensa tras el partido explicando que los aplausos había que dárselos a los jugadores porque él no habría podido explicarles que jugaran en la primera parte como lo hicieron y que calificó como "la perfección absoluta". A pesar de este gesto de humildad, que le honra, el nombre de Míchel en el sevillismo siempre sonará a 5-1.
Y es que buena parte de los derbis sevillanos están ligados de forma directa a un nombre. De hecho, el derbi del pasado mes de mayo siempre será recordado -para dolor del sevillismo- como el de los dos goles de falta del bético Beñat. Unos años atrás en la temporada 2006/2007 aparece el nombre del brasileño Renato Dirnei. En aquel partido, que el Sevilla ganaba por 2-0 con Juande Ramos en el banquillo, el eterno rival logró empatar en el marcador gracias a dos tantos del brasileño Sobis. Cuando el partido expiraba, el brasileño se fue de varios jugadores dentro del área rival y la mandó a las redes en el minuto 86.
El defensa Javi Navarro, además de ser recordado como el gran capitán que más trofeos ha levantado en la historia del Sevilla, también guarda una curiosa historia con los derbis sevillanos. Únicamente marcó tres goles en Primera División y dos de ellos fueron contra el Real Betis, uno de la 2004-2005 y otro en la 2003-2004. El primero de estos partidos terminó 1-1 en el Ruiz de Lopera mientras que en el segundo, el gol de defensa supuso el tanto de la victoria en el Sánchez-Pizjuán (2-1).
Marcos Vales. Otro nombre que suena a derbi es el de Marcos Vales. El gallego, en su primera temporada en el Sevilla (2002-2003) jugó 32 partidos y anotó tres tantos, uno de ellos en el estadio de Heliópolis que supuso el 0-1 definitivo en el marcador. Por entonces, en el banquillo del Real Betis se sentaba Víctor Fernández mientras que el sevillista lo ocupaba Joaquín Caparrós.
Algo más lejanos pero todavía en la retina de miles de aficionados aparecen los nombres de Juan Martagón y Francisco López Alfaro. El primer de ellos, defensa central y actual delegado del club, trae a la memoria de los sevillistas el gol que marcó en el Benito Villamarín en la temporada 1990/1991. Aquel día, el equipo que entrenaba Vicente Cantatore ganó por 0-3 con otros dos tantos de Zamorano. El ursaonés Francisco, por su parte, marcó el único tanto del partido en la 1987/1988 y que se recuerda como el gol de Tejero -todos al suelo- porque dejó clavados a varios defensas tras un genial regate.
