El entrenador del Sevilla, José Miguel González, Míchel, valoró con una sonrisa la sufrida victoria ante el RCD Mallorca de Joaquín Caparrós. El madrileño dijo que "me ha gustado mucho la victoria". "Porque nos ha costado lograrla ante un buen rival y porque hemos sabido mantener la calma que requería el partido", ensalzó. En alusión al objetivo que se han marcado sus pupilos, Míchel manifestó que "nosotros queremos ir paso a paso, pero creo que ha quedado claro que este equipo tiene carácter". "Hemos cambiado muchísimo", se congratuló.
"No todos los equipos hubieran sido capaces de ganar el partido", declaró de forma efusiva. "Yo creo que cualquier meta que el equipo se proponga tiene que pasar por demostrar situaciones como la de hoy -ayer para el lector-", insistió.
"Nada era favorable en la primera parte y el equipo ha seguido trabajando a tope, y eso es digno de ser elogiado", repitió. Y fue más allá en la sucesión de virtudes. "A nivel físico hemos estado muy contundentes", subrayó. "Por eso, porque estamos quintos y porque después del revés de Balaídos nosotros nos hemos demostrado quiénes somos y dónde queremos ir", enumeró.
Míchel también se refirió a cómo vivió el partido desde la grada a causa de su sanción. "Lo he vivido con mucha tensión", argumentó. "Cuando uno está arriba sufre mucha tensión", dijo antes de negar que transmitiera órdenes a su segundo, Víctor Sánchez del Amo. "Transmitir no he transmitido nada porque está prohibido. Yo no llevaba ningún pinganillo, ni Víctor tampoco", se defendió ante las continuas preguntas sobre el tema.
"Queremos demostrar que ante todo somos un equipo. Hubiese sido injusto no ganar, pero hubiese sido así si no hubiésemos tenido calma", indicó. "Perotti fue fundamental para el juego del equipo", dijo antes de esquivar la no convocatoria de José Antonio Reyes.
