El entrenador del Sevilla, José Miguel González, Míchel, comparecía en la sala de prensa de El Molinón con rostro serio. El madrileño se quejó de la imagen que ofrecieron sus discípulos en el primer acto, ya que, a su juicio, "no podemos hacer un partido así".
"No podemos permitirnos estos frenazos a estas alturas", subrayó antes de lamentar que "no hemos merecido perder". "El Sporting ha jugado con mucha dureza", añadió. Y es que, según comentó, "se ha perdido y nos vamos con más tarjetas que ellos".
"En la primera mitad jugamos mal, muy mal, pero en la segunda mejoramos mucho y hasta pudimos ganar", explicó. "El que haya visto el segundo tiempo se habrá dado cuenta del fútbol que queremos hacer", manifestó. Según su criterio, "nos gusta tener el balón y atacar con descaro y ambición", aunque admitió que "en el primer tiempo parecía que queríamos especular".
"A estas alturas de la Liga no nos podemos permitir perder partidos así. Ellos se han sobrepasado en el juego, pero el fútbol es así", reiteró.
Satisfecho
Si Míchel aterrizaba en sala de prensa con rostro serio, su homólogo en las filas del Sporting, Javier Clemente, iniciaba su discurso entre risas. "Joder, cómo voy a dormir esta noche", apuntó el vasco. El preparador sportinguista señaló que sus pupilos "necesitaban la victoria", ya que, aclaró, "trabajaban para conseguirla". Después de esquivar una pregunta sobre la actuación arbitral, el técnico rojiblanco se refirió al ambiente de El Molinón.
"La gente ha estado durante todo el partido tan caliente como el equipo. Es un apoyo sensacional. Aquí van a ganar muy pocos equipos, y mis jugadores necesitan sentir que el rival se siente incómodo con el ambiente que se genera", recalcó. Sobre la tángana final dijo que "no sé qué ha pasado".
