El inicio de Liga del Sevilla de Unai Emery no resiste comparación con el que protagonizaron los equipos de los últimos entrenadores que han sido cesados en el banquillo del Pizjuán. Justo después de la quinta jornada de la 2010-2011, el 26 de septiembre, Antonio Álvarez, que había cogido al equipo en marzo tras el cese de Manolo Jiménez y que pocos meses antes de había proclamado campeón de Copa, fue destituido cuando sumaba 8 puntos en esos cinco partidos, tras 2 victorias, 2 empates y una derrota. Había anotado su Sevilla 7 goles y e ncajado 5.
La argumentación en esa decisión no fue el inicio de la competición doméstica, sino la eliminación en la previa de Champions. En la 2011-12, con Marcelino García Toral al frente, el equipo era octavo en la quinta jornada, con 9 puntos tras dos victorias y tres empates. Había hecho 6 goles (los mismos que lleva ahora) y encajado solo 4 (seis menos que ahora).
Míchel mejoraba ese balance. Era quinto en la tabla con 11 puntos (3 victorias, 2 empates y ninguna derrota), con 6 goles a favor y dos en contra. Jiménez en la 2009-10 llevaba 12 puntos y era tercero (4 victorias y una derrota).
