Este tradicional plato extremeño tiene aquí una patria chica. Se hace con panes grandes, de kilo, que se dejan asentar. Se cortan y se hidratan con agua y sal durante 24 horas. En la cazuela se ponen ajos enteros, pimientos y el chorizo junto con aceite de oliva de D.O. Baena. Se hacen y retiran para colocar en el pan.
El secreto es remover mucho para que queden sueltas, nada aceitosas o poco hechas. Se presentan con todos los avíos y un poco de tocino.
Otras tapas:
Morrito en salsa de higos
Pimientos del piquillo rellenos de cordero de hornacho
Migas con chorizo
Carrillada ibérica de Monesterio
Croquetitas de la huerta del fraile
Soldadito de bacalao