El matador de toros Miguel Ángel Perera, después de visitar en Sevilla al neurocirujano Francisco Trujillo Madroñal, ha podido confirmar el aplastamiento y fractura de la vértebra L2, que le fue diagnosticada el pasado sábado en Bilbao y que le impidió actuar en la segunda tarde que tenía contratada en la Aste Nagusia a pocas horas para el paseíllo.
La grave lesión le ha obligado a cancelar todos los contratos que le quedaban por cumplir en presente temporada aunque el diestro extremeño espera estar listo para reaparecer en los primeros compromisos que tiene apalabrados en la campaña americana.
El médico ha propuesto dos vías para la recuperación de la lesión. La más prolongada en el tiempo sería esperar el plazo de tres meses dado por los médicos de Bilbao. La segunda opción, que es la que ha escogido el torero extremeño, sería someterse a una cirugía específica, una verteroplastia, que acortaría notablemente los plazos de recuperación.
La operación se llevará a cabo el próximo lunes en la clínica del Sagrado Corazón de Sevilla y será realizada por el propio doctor Trujillo. Además de la reducción en los plazos de recuperación, el cirujano ha advertido que la vértebra quedará más fuerte con este tipo de cirugía, lo que redundará en una mayor seguridad para el torero en la cara del toro.
