Cultura

“Miguel de Molina fue un homosexual muy hombre, un valiente”

Pilar Astola rinde homenaje al genio de la copla en los ‘Jueves Flamencos’

el 11 dic 2013 / 22:14 h.

  Pilar Astola no acierta a explicarse qué le atrae de la figura de Miguel de Molina, pero confiesa que la tiene magnetizada. Más aún, “poseída”. Tanto que ha montado todo un espectáculo para rendir homenaje al genio de la copla, que presentará hoy en el ciclo Jueves Flamencos de Cajasol. “Como artista, me identifico mucho con él, con su valentía, su rebeldía, su forma de ver el arte. Pero no me preguntes por qué”, admite. Los porqués tal vez tenga que encontrarlos el espectador en Bailando en plata, título de este montaje que trata de recrear los últimos momentos de vida del artista en su ignominioso exilio bonaerense. “¿Qué le pasaría por la cabeza en aquellos momentos? Eso es lo que hemos querido preguntarnos para acabar reflexionando sobre la tremenda soledad del artista, a través de flashes”, añade la bailaora. No obstante, quienes se precipiten esperando un espectáculo de copla irán bastante descaminados. “Es una propuesta muy flamenca, muy profunda y muy humana”, asevera Astola, quien subraya: “Con el debido respeto para la copla, yo soy flamenca”. De lo que más satisfecha se muestra la artista es del elenco reunido para la ocasión, con Beatriz Santiago, Juan Martín y Abel Harana al baile, mientras que al cante estarán Cristina Rodríguez y Antonio Santiago, a la guitarra Juan Carlos Berlanga, y al violonchelo Raúl Herrera. “Nadie tiene un protagonismo absoluto, pero en los ensayos se me ponen los pelos de punta”, asegura Astola, quien adelanta que el repertorio se abrirá con la pieza Minha de Bill Evans, para seguir con bulerías, seguiriyas, Volver, La bien pagá, soleá, guajiras, alegrías, Ojos verdes, El día que nací yo, tarantos y malagueñas. Entre los detalles del espectáculo, destaca el hecho de que Antonio Santiago bailará con una chaqueta auténtica de Miguel de Molina, cedida en préstamo por la sala Sevillanía, también se verá un mantón de Manila que Miguel de Molina le entregó a Imperio Argentina, cortesía del museo particular de Fernando Luis Aisa. “De Miguel de Molina”, concluye la artista, “admiro sobre todo su personalidad y su nobleza. Su forma de asumir algo como ‘mis circunstancias me obligan a esto, y aquí estoy’. Era homosexual, le decían que no podía salir a actuar con una flor en el pelo, y se ponía el mantón, la flor y la capa. Y al mismo tiempo era muy hombre, muy auténtico, un valiente”, apostilla.

  • 1