Miguel Espina, entre Ignacio Mora-Figueroa y Rafael Gordillo en la presentación de la Fundación del Betis / Atese
Miguel Espina, uno de los accionistas históricos del Betis desde su conversión en sociedad anónima deportiva en 1992, ha dejado hoy de formar parte del accionariado del club verdiblanco. Un grupo de béticos, entre ellos miembros de la Fundación de la propia entidad y representantes de la Fundación Heliópolis, ha comprado sus títulos, que equivalen al 2% del capital social del Betis, por aproximadamente el doble de su valor.
Espina, que es vicepresidente de la Fundación del Betis y fue miembro fundador de la Fundación Heliópolis, no atravesaba un buen momento económico y negoció la venta de sus acciones al exconsejero Manuel Castaño. Esta maniobra es algo inexplicable. En unos días, el Juzgado de lo Mercantil número 1 dictaminará si el concurso de acreedores del Betis fue fortuito o culpable. Si elige la segunda opción, sus exadministradores, entre ellos Castaño, serán inhabilitados para ejercer cualquier cargo en la sociedad. Por tanto, por muchas acciones que adquiriese el abogado no le servirían de nada.
El antiguo consejero, además, es un gancho recurrente para todo aquel que desea vender un buen número de acciones y pretende subir su precio. Ya utilizaron este argumento su excompañero Rufino González o la peña bética Esnaola, entre otros accionistas distinguidos.
El caso es que el presunto movimiento de Castaño alertó a este núcleo de béticos contrarios a todo lo que tiene que ver con la época de Manuel Ruiz de Lopera y abrieron una negociación paralela. Según algunas fuentes, Espina ha vendido sus acciones por más de 200.000 euros. Uno de los principales inversores es Ignacio Mora-Figueroa (patrono de la Fundación). El grueso, sin embargo, se ha dividido en pequeños paquetes de unos 600 euros que permitirán cierta atomización del accionariado. Entre los compradores hay exfutbolistas como el propio Rafael Gordillo o Gabriel Humberto Calderón.
Espina, que es el socio número 100 del Betis, quiso ser presidente en su día pero perdió las elecciones ante Gerardo Martínez Retamero. El empresario nazareno había formado parte de la directiva de Juan Manuel Mauduit. Pertenece al grupo Béticos por el Villamarín.
