Fue una de tantas historias de futbolistas arrastrados por el mercadeo pese a los deseos de continuar su carrera en Sevilla. Miguel Lopes quería estar en el Betis y el Betis quería que fuera su lateral derecho para muchos años. Pero el club que poseía sus derechos, el Oporto, tenía otros planes para él. Y acabó varado durante seis meses, sin equipo, sin poder jugar, porque a última hora su destino en Zaragoza no cumplió los trámites a tiempo. Un palo. Mañana no volverá al Villamarín con su equipo, el Olympique de Lyon. Una lesión lo impide. Eso sí, no quiere perderse la vuelta. El Betis sigue siendo un club especial para el lisboeta. Tenía la confianza del míster y de los compañeros, me encantaba la afición y me hubiese gustado estar más años en el Betis, afirmaba ayer en Radio Sevilla, donde desvelaba el acuerdo que llegó a tener con la entidad verdiblanca.
El Oporto no quiso que fuera al Betis, yo presioné con mi representante pero no me dejaron. Ellos querían que fuera al Zaragoza, pero al final como estaba cerrando el plazo no se confirmó en el último minuto y estuve seis meses sin jugar, sin entrenar, triste, por decisiones que no fueron mías, con el Betis tenía el acuerdo hecho por tres temporadas.
Sobre este inicio de la fase de grupos ante el Betis, admite que ha advertido a sus compañeros del Olympique de que en Villamarín les espera un equipo difícil. Ya en Segunda, cuando yo estaba, era un tiki-taka, jugábamos muy bien, y aunque ahora tiene pocos jugadores de esa época, es un equipo con calidad, y destacó la velocidad de Cedrick, a Vadillo, tiene buenos jugadores, un mediocampo fuerte y será difícil.
Aunque llevan cinco partidos sin ganar, asegura que el Lyon es un equipo con calidad en todas las posiciones. En el partido de Lyon estaré, tengo ganas de ver a Stosic y a mis compañeros, el Betis siempre está en mi cabeza y me gustaría volver algún día.
