Cultura

Miguel Poveda: «Cantar copla ha sido para mí recuperar la infancia perdida»

Llegó al flamenco por la copla. Miguel Poveda (Badalona, 1973) es la voz de moda en lo jondo, a pesar de sus continuos coqueteos con otras formas musicales de raíz popular, a las que imprime una dignidad nueva. Vea la fotogalería de la firma de discos.

el 16 sep 2009 / 03:58 h.

Llegó al flamenco por la copla. Miguel Poveda (Badalona, 1973) es la voz de moda en lo jondo, a pesar de sus continuos coqueteos con otras formas musicales de raíz popular, a las que imprime una dignidad nueva. Ese marchamo distingue también sus Coplas del querer, nuevo disco que presenta hoy y mañana en Sevilla.

Desistan los que no tengan entradas. Miguel Poveda, que no es sevillano, ni cantaor de rancia saga, ni gitano, vuelve a agotar el papel en el Teatro Lope de Vega. El niño mimado de la crítica (a pesar de sus credenciales de tan poca jondura) se lleva de calle también a la ciudad "más exigente". Lo reconocía ayer arrebolado el joven cantaor: "No lo tengo presente siempre, ni lo pongo como prioridad a la hora de moverme, pero sí, da vértigo, impone muchísimo".

Entre sus fans -"viene a muchos de nuestros conciertos en Madrid"- se encuentran celebrities como Pedro Almodóvar, que ha contado con el tema principal de este disco, A ciegas -popularizado por Rafael Farina-, para su última película, Los abrazos rotos. "Desde que lo conocí, en 1994, siempre me ha animado a trabajar con Alberto Iglesias. Intentamos hacer juntos el disco de copla pero era difícil coincidir y decidí hacerlo con Amargós", descubre el cantante.

El músico Joan Albert Amargós y el guitarrista Chicuelo culminan el triángulo pensante de este disco, que ha pasado el género de la copla por el tamiz de la contemporaneidad. "No lo entendíamos de otra manera", explicó ayer a la prensa Amargós, que explicó además que "se ha respetado toda la emoción de la copla, pero desde otros parámetros, otra ideología". "Despojándola del folclorismo", resume Poveda.

Esta intención figura desde la propia selección de los temas, 18 cortes de los temas menos conocidos de este género, con excepción de Ojos verdes. "Sencillamente -se explica el cantante-, he elegido los que conozco desde pequeño, las que ponía mi madre en casa. Estas canciones las dejé de escuchar durante muchos años, desde que comencé en el flamenco. Revisarlas ahora ha sido como recuperar la infancia perdida", suspiró el artista, que cree recordar Los tres puñales de Marifé como la primera copla que oyó en su vida.

No obstante, la formación flamenca de Miguel Poveda está muy presente en este trabajo. "Hay una parte muy flamenca en este trabajo, con la recuperación de las coplas que hicieron populares los mejores cantaores de entonces, desde Valderrama a Caracol hasta La Paquera", relató el artista, que asegura haberse "fijado" más en los autores que en los intérpretes: "El último eslabón del 27".

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