El próximo 11 de noviembre Miguel Sánchez, un joven de Dos Hermanas, será el primer sevillano en recorrer la Ruta de los Conquistadores, una de las diez pruebas más duras de mountain bike del mundo. Unos 500 corredores irán desde las playas de Costa Rica, en el Atlántico, hasta las costas del Pacífico. Miguel será, a falta de que se apunte alguien a última hora, el único ciclista andaluz de este año, el primer corredor de la provincia y el primero y único corredor de Dos Hermanas que hace una travesía semejante.
Lo curioso es que con esta premisa, uno pensaría que se trata de un gran aficionado a la bicicleta y al deporte, preparado para asumir duras travesías como esta. Pero Miguel, a sus 33 años de edad, empezó a prepararse hace algo más de un año.
Él mismo cuenta que llevaba desde los 18 años sin coger una bicicleta. En aquella fecha tuvo un accidente de moto donde se partió el fémur, la tibia y el peroné. Después de aquello no volvió a hacer deporte: "Tenía 20 años y, a esa edad, lo que gusta es divertirse, salir con los amigos y esas cosas. Así he pasado gran parte de mi tiempo libre", relata el renacido ciclista.
Sincero como pocos, reconoce que se volvió al mundo de las dos ruedas para alejarse "un poco de las salidas nocturnas y retomar viejas amistades con las que salía hace tiempo en bici".
Desde hace más de un año ha cambiado completamente su estilo de vida: come mejor, casi no bebe alcohol y le dedica 20 horas semanales a la bici, algo que ha notado en su vida cotidiana. "Te sientes mejor, te levantas todos los días como una moto y tardas más en cansarse", explica. Sin embargo, sobre las endorfinas, las conocidas como proteínas de la felicidad que se generan cuando se hace deporte, no ha notado nada porque "yo siempre he sido muy alegre y muy feliz".
Entre sus defectos de siempre para la práctica del deporte está la carencia de una continuidad necesaria para los ciclistas. Entre sus virtudes, Miguel confiesa que tiene una gran resistencia y la falta de miedo para afrontar este tipo de pruebas, que requiere un esfuerzo al límite de las condiciones físicas del ser humano. En 2009, con tan sólo tres meses de entrenamiento, utilizó las vacaciones de la Feria de Abril para ir al Titan Desert , otra de las pruebas más duras del mundo que se celebra en Marruecos. "Allí me quería morir, hubo etapas que acabé llorando", dice.
Lógicamente, entre sus objetivos no está ganar la competición, ya que profesionales mejores que él no lo consiguieron, como Roberto Heras, que quedó octavo en la edición de 2009. Pero Miguel sí utilizará la Conquistadores para prepararse las competiciones de 2010, donde quiere volver al Titán Desert, pero ya con más experiencia, y quiere hacer una travesía por Australia. En la ciudad ha formado un club de mountain bike, que complete al que ya existe de bicicleta en carretera. Por ahora, ya tiene unos 40 socios.
