Miki Roqué está desde el domingo en Barcelona, donde ha ido para sentir el calor de su familia y decidir dónde se opera del tumor en la pelvis. El jugador, cuya entereza tiene impresionados a todos los responsables del club, aún no ha elegido el hospital pero todo apunta a que será la clínica Dexeus, en la Ciudad Condal. Precisamente hoy acudirá allí acompañado del jefe de los servicios médicos del Betis, Tomás Calero, para ser sometido a unas pruebas. Hay varios factores a favor de este prestigioso centro, como la proximidad con su casa, en la localidad ilerdense de Tremp, y la familiaridad de Miki con algunos de los médicos que trabajan allí. Se trata del entorno donde más a gusto se siente el jugador y eso sitúa Barcelona por encima de otras opciones, como Pamplona.
Miki, además, contará con el apoyo del FC Barcelona, cuyos servicios médicos ya le han dicho que puede contar con ellos para lo que quiera. El chaval nunca ha pertenecido al club azulgrana, ya que se formó en la cantera del Lleida y de allí fue reclutado por el Liverpool, pero tiene muchos amigos en el Barça. Es más, Carles Puyol también le acompañará hoy en su visita a la clínica Dexeus. El central de la selección es amigo y paisano, ya que sus respectivos pueblos están al lado.
A Miki no le va a faltar de nada en esta dura travesía que tiene por delante. De hecho, el cuerpo técnico y sus compañeros le propusieron ayudarle económicamente si optaba por operarse fuera de España, por ejemplo en Houston.
Mientras tanto, Mel tenía ayer unas palabras para lo que vivió el sábado y antes, ya que él se enteró de la noticia hace varios días. "Fue tremendo, yo no podía ni hablar. Sólo pensaba que al lado tenía a un chaval de 22 años, la edad de mi hija, y que la vida era muy cruel con él. Nos dio una lección a todos. Esperábamos una persona derrumbada pero él tiene un objetivo muy claro que le va a ayudar a superar esto: volver a jugar al fútbol".
