Justicia para Marta del Castillo, penas más duras, referéndum sobre la cadena perpetua y una contundente queja por el excarcelamiento de uno de los cinco imputados en la muerte de la joven. Un millar de personas arropó ayer en la Plaza Nueva a la familia, gritando con rabia contra políticos e investigadores.
"Yo sólo quiero que mi hija aparezca, que me devuelvan a mi niña", reiteró Eva Casanueva, la madre de Marta, como ha hecho en cada acto al que ha tenido fuerza para acudir. Llorando y abrazada a sus familiares, se marchó casi sin poder avanzar entre una multitud que quería besarla, abrazarla y mostrarle su solidaridad.
Con el abuelo, el tío y los padres de Marta estuvo Francisco Holgado, apodado Padre Coraje porque se infiltró entre los delincuentes que mataron a su hijo en Jerez para lograr pruebas al creer que la Policía no hacía lo bastante. Ayer lanzó la misma acusación referida al caso Marta. Holgado fue de los más duros, aunque durante toda la protesta la gente arremetió contra imputados, policías, jueces y políticos. "Si no escucháis mi voz, por qué queréis mi voto", fue uno de los lemas más repetidos. Como las críticas al presidente de la Junta, José Antonio Griñán, que al ser preguntado por el caso habló de "circo", aunque luego aseguró no haberse referido a la familia. "Marta no es un circo", gritaron con rabia los asistentes. El abuelo de la joven insistió: "los políticos son insensibles a nuestro dolor".
La concentración pretendía protestar por la salida de prisión de Javier, hermanastro del autor confeso del crimen y considerado colaborador en la desaparición del cuerpo, pero también reeditó todas las peticiones que la familia ha enarbolado desde el inicio del caso, aún abierto porque el cuerpo de Marta no ha aparecido: endurecimiento de las penas en los delitos graves como asesinatos, violaciones y pederastia; referéndum sobre la cadena perpetua; "justicia para que otras familias no tengan que pasar por lo mismo". "En España ya hay cadena perpetua -dijo Javier Casanueva, tío de Marta-, es la que está sufriendo mi familia, la de Mariluz -supuestamente asesinada por un pederasta en Huelva- o la de Sandra Palo -violada y quemada en Madrid-".
Los asistentes repitieron duros lemas y reiterados insultos contra los imputados en el caso, tres aún encarcelados: Miguel Carcaño, considerado autor del crimen; y sus amigos Samuel y El Cuco, acusados de ayudarlo. "Asesinos" fue de lo más suave que les dijeron.
