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Militares hondureños salen a las calles ante eventuales incidentes violentos

Las Fuerzas Armadas de Honduras movilizaron hoy a centenares de militares para evitar eventuales disturbios por parte de grupos que respaldan una iniciativa del presidente Manuel Zelaya para reformar la Constitución. El motivo, el cese del jefe del Ejército, general Romeo Vásquez, destituido el miércoles. Un cese que luego la justicia ha dejado en suspenso.

el 16 sep 2009 / 04:48 h.

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Las Fuerzas Armadas de Honduras movilizaron hoy a centenares de militares para evitar eventuales disturbios por parte de grupos que respaldan una iniciativa del presidente Manuel Zelaya para reformar la Constitución. El motivo, el cese del jefe del Ejército, general Romeo Vásquez, destituido el miércoles. Un cese que luego la justicia ha dejado en suspenso.

En Tegucigalpa, el movimiento de militares se centra en el Aeropuerto Internacional de Toncontín, la sede del Parlamento, los alrededores de la Corte Suprema de Justicia, la Casa Presidencial y algunos puentes de la ciudad, entre otros lugares significativos.

Algunos militares van provistos de escudos metálicos, bastones de madera y bombas lacrimógenas.

Honduras vive una crisis política a raíz de las pretensiones del presidente Zelaya de que se instale una Asamblea Nacional Constituyente para que elabore un proyecto de reforma de la actual Carta Magna a partir de 2010, que permitiría la reelección del presidente, lo que rechazan diversos sectores, aunque organizaciones populares apoyan al gobernante.

Algunos grupos que apoyan a Zelaya supuestamente están recibiendo favores oficiales y en algunos casos dinero en efectivo, según versiones la prensa local y que es rechazado colaboradores del presidente hondureño.

En el Parlamento la mayoría de los diputados felicitaba hoy al ex jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas Romeo Vásquez, quien anoche fue destituido por no apoyar la iniciativa de Zelaya.

La destitución de Vásquez fue anunciada en cadena de radio y televisión por el mismo presidente, quien además informó de que le había aceptado la renuncia al ministro de Defensa, Ángel Edmundo Orellana, quien también discrepa con Zelaya, su amigo personal.

Vásquez dijo anoche a periodistas que no apoyó la propuesta del presidente de celebrar el próximo domingo una "consulta popular" o encuesta, orientada a reformar la Constitución, porque un tribunal de justicia dictaminó que es ilegal.

La consulta del domingo, bajo control absoluto del gobierno, es para que los hondureños, según Zelaya, digan si están de acuerdo con que en noviembre se celebre un referéndum sobre la necesidad de reformar de la Constitución.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE), único organismo autorizado para hacer consultas de carácter político, reiteró hoy que la consulta que promueve Zelaya "es ilegal".

Además, el TSE instruyó hoy a las Fuerzas Armadas para que no se presten a movilizar el material de consulta, como urnas, que el gobierno tiene previsto instalar en todo el país y para lo que Zelaya había ordenado a los militares que brindaran todo el apoyo logístico necesario.

La decisión de Vásquez de no apoyar a Zelaya ha sido aplaudida por varios sectores, que hoy expresaron que con su actitud los militares han recuperado credibilidad entre el pueblo hondureño.

Los comandantes de los tres Ejércitos pusieron anoche sus cargos a disposición del presidente, en solidaridad con Vásquez.

El presidente Zelaya, por su parte, tiene previsto reunirse hoy con diversos sectores sociales que asegura lo apoyan, "para tomar decisiones en pro del desarrollo y de la democracia hondureña".

Según dijo anoche Zelaya, la separación de Vásquez la tomó "ante la crisis generada por algunos sectores que han promovido la desestabilización y el caos con el fin de causar serios problemas a la institucionalidad democrática de Honduras, al orden constitucional, y al ejercicio del poder legalmente constituido".

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