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Millones de paquistaníes siguen sin recibir ayuda tras la riada

Sólo un 8% de los 20 millones de damnificados accede a agua potable.

el 18 ago 2010 / 17:59 h.

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Víctimas de las inundaciones recogen la ayuda humanitaria en un campo de refugiados.

Las ayudas comienzan a llegar (lentamente) a Pakistán tras las inundaciones, pero millones de personas siguen sin recibir ayuda humanitaria y sólo el 8 % de los millones de damnificados -15 millones, según el Gobierno paquistaní, y 20, según la ONU- tienen acceso al agua potable.

Es la denuncia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que avisa del grave riesgo de que se desarrollen epidemias de enfermedades relacionadas con el agua contaminada, como el cólera, enfermedad de la que la ONU ha confirmado ya casos.

La comida escasea tras las riadas más graves de los últimos 80 años lo que está provocando que los colectivos más vulnerables, fundamentalmente los niños, ancianos y enfermos, sufran graves problemas de desnutrición. Y además, según advirtió ayer la OMS en su boletín diario sobre esta tragedia, otro grave problema que acecha a la población es sanitario, ya que estas instalaciones fueron dañadas o destruidas por las inundaciones. "Una valoración inicial en las cuatro provincias afectadas muestra que más de 200 de las 1.167 instalaciones de salud han sufrido daños, entre ellas varios hospitales", según la OMS.

Pero no todo fueron ayer malas noticias. Las previsiones meteorológicas, que descartan lluvias significativas para los próximos días, dieron ayer un respiro a Pakistán, que ha recibido la mitad de la ayuda económica solicitada por la ONU para socorrer a los damnificados por las inundaciones. "Durante una semana hará buen tiempo en las áreas afectadas por las inundaciones, allí no esperamos lluvias. En principio, lloverá sólo en puntos de Islamabad o de Punjab (este) que no están afectados", explicó a Efe el jefe de los servicios meteorológicos paquistaníes, Qamaruz Zaman Chaudhry.

Según Chaudhry, el parón contribuirá a que descienda el nivel del agua del río Indo y de sus afluentes, algo que ya está sucediendo en las partes septentrionales y en el tercio central del país. "No obstante, el desafío en Sindh es enorme", matizó la fuente, en referencia a la provincia situada en el sureste paquistaní, amenazada por un gran volumen de agua que ha recorrido más de 1.000 kilómetros y devastado amplias partes de las regiones noroccidental de Khyber-Pakhtun-khwa y oriental de Punjab.

En Sindh, dos presas, ya agrietadas, están soportando una fuerte presión y desde hace días existe el temor a que sufran graves daños, se desborden y dejen muchos distritos de la provincia vulnerables a las inundaciones.

Otra buena noticia para Pakistán es que la comunidad internacional ha incrementado sus ayudas para asistir a las víctimas. "La respuesta (de la comunidad internacional) ha mejorado mucho en los últimos días tras el llamamiento que hicimos. Parece que los países donantes se están dando cuenta de la magnitud de la catástrofe", dijo un portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, Maurizio Giuliano.

Con la llegada de contribuciones de la Comisión Europea, EEUU, Australia o Corea del Sur, la ONU se ha asegurado más de la mitad de los fondos requeridos para proveer durante 90 días comida, cobijo, atención sanitaria o agua potable a la población en una situación más grave. La ONU ha recibido en efectivo 208 de los 459,7 millones de dólares, mientras que otros 42,1 millones han sido prometidos, lo que representa ya un 54,5% de la cantidad solicitada en el plan de emergencia.

España se apunta. El Gobierno de España, a través de la Secretaría de Estado de Cooperación Internacional, y varias de las ONG con presencia en Pakistán analizarán hoy la situación y se coordinarán para enviar la ayuda prometida, 3,6 millones de euros.

El aumento en las donaciones se produce después de la visita relámpago el pasado día 15 del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien pidió al mundo más apoyo tras afirmar que no había visto nunca un desastre natural así, el cual -dijo- supera en magnitud al tsunami de 2004 en el sureste asiático o el terremoto de Haití, del pasado enero.

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