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"Miré siempre a Ayala, pero trabajar con Pochettino me hizo lo que soy"

Nico Pareja está llamado a liderar la defensa del nuevo Sevilla. En Costa Ballena reflexiona sobre las expectativas altas del equipo, de su etapa brillante en el Espanyol y su ilusión por un gran año que le permita jugar el Mundial con Argentina.

el 14 jul 2013 / 23:31 h.

JM Paisano JM Paisano Nicolás Martín Pareja (Buenos Aires, 19 enero 1984) viene al Sevilla para liderar una línea, la defensiva, que dejó de tener la solidez de antaño, aquella plataforma desde donde empezó a crecer ese equipo ganador que ahora quiere reconstruirse. Desde que cambió Barcelona por Moscú ha echado de menos su vida en España, su fútbol, su gente. Regresa endurecido por aquel frío, uno similar al que le recorrió el cuerpo cuando vivió la tragedia de Dani Jarque, de quien aprendió el oficio, ordenados ambos por Mauricio Pochettino en el Espanyol. Dice llegar con la ilusión de cuando aterrizó por primera vez en España procedente del Anderlecht, con la conciencia de venir a un equipo grande que como tal, debe ponerse el listón de los objetivos alto, aunque con la tranquilidad necesaria. –Recupera una vida que echaba de menos en Moscú. –Fueron tres años en Moscú y si bien nosotros estamos todo el día entrenando, jugando o concentrados para la familia se hace un poco difícil y ya tocaba volver a España. También es por cómo se vive el fútbol aquí. Mi familia extrañaba la vida que teníamos en Barcelona y yo también echaba mucho de menos el fútbol español, gracias a Dios estamos acá. –Una de sus hijas es española. –Mi hija mayor nació en Barcelona, la pequeña en Buenos Aires.  No es española porque cuando nació ni mi mujer ni yo éramos europeos, no se pudo hacer, no sé bien por qué. Sí, tengo familia española. Mi abuela por parte de mi padre constantemente está en contacto con ellos. Hay un origen español en mi familia. Yo solo tengo pasaporte argentino, la que tiene pasaporte italiano es mi mujer y eso me permite jugar como europeo. –Parece que Unai Emery y usted se buscan. Ya le quiso para el Valencia, le tuvo en el Spartak y ahora en el Sevilla. Eso es una garantía para esta etapa. –Cuando Unai llegó al Spartak yo tuve una posibilidad para marchar. Sabía que me había querido cuando estuvo en el Valencia y empezamos a trabajar y  creo que lo hicimos bien pese a que en Moscú no es fácil, más para un entrenador extranjero, pero es un técnico que le gusta trabajar mucho y eso para el jugador es muy bueno. –El Sevilla quiere recuperar en gran parte con Nico Pareja la solidez que tuvo en el centro de la defensa hace unos años y que se ha ido perdiendo. –Primero el míster tiene que decidir quién es el que va a jugar. Yo vengo a sumar para este equipo, no tengo en la cabeza otra cosa, a aportar lo mío, creo que si realmente había un déficit defensivo, que no lo sé porque no he visto demasiados partidos el año pasado, creo que no se trata solo de un central ni de la defensa, sino de todo el equipo. Tanto a nivel defensivo como ofensivo es importante que el equipo sea un bloque y que el equipo lo haga de manera conjunta. Esa es la forma de mejorar. –Junto a Fazio, pareja de centrales campeones olímpicos en el Sánchez-Pizjuán.   –Coincidimos en esos Juegos en Pekín, ya hace bastantes años, y desde entonces él lo ha estado haciendo bien en el Sevilla. Hasta que no estuve acá no tuve la oportunidad de hablar con él . Las negociaciones fueron bastante duras y hasta que no hubiera nada firme no quise levantar el teléfono. –En el Espanyol tuvo como compañeros a Joan Verdú y a Javi Chica, ahora en el Betis. ¿Sabe de la rivalidad eterna, verdad? –Tampoco he tenido la oportunidad de hablar con elos, pero seguro que lo haremos en algún momento. Tengo clara la rivalidad con el Betis, cómo no. Cuando estuve en el Espanyol no tuve la oportunidad de conocer Sevilla, pero sí lo más importante, la afición y la gente del Sevilla FC, y ese ambiente tan lindo que se vive en el Sánchez-Pizjuán. –Sorprendió en su presentación colocando el objetivo del equipo en la Champions.   –Se malinterpretó un poco. No dije que el equipo debería aspirar a la Champions sino que debemos trabajar para estar cerca de la Champions. La realidad es que el Sevilla es un equipo grande y si bien hay todavía mucho que trabajar porque hay un equipo con muchas caras nuevas, creo que el objetivo de todos nosotros es poder estar ahí arriba, peleando por entrar en la Champions hasta el final. Pero no hay que trazarse objetivos a largo plazo, sino ir al corto, partido a partido. –Lo cierto es que la configuración del plantel está llamando la atención. –Sí, pero hasta que no se vean los resultados no se puede hacer futurología. El equipo está con muchas ganas que es ahora lo importante, trabajando bien y con mucho deseo de hacer las cosas bien por esta camiseta, lo demás es hacer futurología. El objetivo, me reafirmo, es estar cerca de los primeros puestos para pelear por una plaza Champions, pero hay que ir con tranquilidad, pensando solo en el rival de turno que nos va tocando. –¿Le ha sorprendido algo en estos primeros días? –Ya conozco un poco la manera de trabajar de aquí por mi etapa en el Espanyol. Sólo tengo palabras de agradecimiento para el grupo y los técnicos por la manera en que me ha dado la bienvenida, me han recibido muy bien y eso para un jugador que viene nuevo es súper importante. –Carlos Bacca viene de Bélgica, una liga que usted conoce bien. –Lo conocía de nombre pero no lo había visto jugar. Pero ya desde el primer entrenamiento con él se ve que tiene condiciones y muchas ganas de poder triunfar en el Sevilla y eso a la hora de poder trabajar es importante. –¿Cómo vive el equipo la situación de un jugador tan importante como Álvaro Negredo? –Con tranquilidad, vivir esos temas con nerviosismo no sirve de nada y los que estamos fuera no podemos opinar ni hablar demasiado porque es algo entre Álvaro y el club y nosotros no debemos meternos en esas cosas. –En España hay larga tradición de centrales argentinos, muchos y muy buenos. ¿Se identifica con alguno? Ya estuvo a las órdenes de uno de ellos, Pochettino. –No sé si me identifico o no pero sí que he mirado mucho a Roberto Fabián Ayala. Es un referente para todos los centrales argentinos de mi generación, de lo que debe ser un central argentino en el fútbol europeo. A Mauricio (Pochettino) lo he tenido cerca, lo he visto y me ha ayudado muchísimo, ha sabido explotarme como futbolista, ha sabido llevarme y me ha hecho crecer mucho. Haberlo tenido como entrenador para mí fue algo muy importante porque me ha servido de mucho para mi carrera. Traté de tomar las formas y los ejemplos que él me daba. Tener un entrenador argentino en tu posición  significa responsabilidades, significa que tienes que escuchar, aprender y más de él que jugó muchos años con la selección, tiene Mundiales encima, en España jugó mil años, uno debe aprender de ellos tanto como entrenador como persona. –El Espanyol ha significado mucho en su carrera. –Siempre va a ocupar un lugar especial en mi corazón. La gente me hizo sentir como en casa desde el primer momento. Y eso es lo que extrañaba de España, la calidez, como aquí, que recién estoy llegado la gente me ha tratado espectacular, me ha hecho sentir muy bien y eso es de las principales cosas que extrañaba y por eso tomé la decisión de venir a Sevilla FC. –Allí le tocó vivir con Dani Jarque lo que el Sevilla vivió con Antonio Puerta. –Sin duda ha sido lo más duro que me ha tocado vivir en mi carrera como futbolista y una de las cosas más duras que he tenido que vivir en mi vida. Nosotros jugábamos juntos, estábamos en permanente contacto. Yo estaba recién llegado y aunque fuera de la cancha, porque nosotros éramos muchos argentinos y por ahí no se daba mucho, dentro, en los entrenamientos teníamos mucho contacto, he aprendido mucho de él, muchísimo, me ha ayudado a ser el futbolista que soy hoy y su pérdida fue algo terrible. Muy, muy duro de superar, lo más importante era estar cerca de su familia, que eran los que más lo podían sufrir. El grupo supo sobreponerse a esa situación y hay que sacarse el sombrero porque después de tener un año tan difícil como tuvimos en lo profesional, hacer una pretemporada con mucha, mucha  ilusión porque habíamos terminado bien el año y que llegue un palo como ese, sólo un grupo que esté muy fuerte puede salir adelante. Son cosas que nunca se olvidan. Dani quedará conmigo siempre, adonde vaya, adonde esté. –Su idea es que esta sea una etapa de cuatro años.   –Ojalá que se pueda dar lo de estar aquí los cuatro años, pero no me gusta demasiado hablar de futuro. Hoy el presente es el Sevilla FC, y ya veremos, ojalá pueda quedarme, esa es mi idea, que se cumpla el objetivo para la cláusula y poder quedarme aquí en el Sevilla FC. Vengo con la misma ilusión que tenía cuando llegué al Espanyol, esa es la verdad, si bien la experiencia cambia, por los partidos y las vivencias que me han tocado vivir en Moscú con el Spartak. Pero tengo la misma ilusión, las mismas ganas. Sé que al principio puede ser difícil readaptarme al fútbol español, porque es muy diferente al fútbol ruso pero para eso estoy trabajando todos los días duro, con los compañeros para lograr esa adaptación lo más rápido posible. –Un año notable en el Sevilla le podría dar oportunidad de estar en el Mundial con Argentina. –Uno siempre llega con las mejores ilusiones y los mejores deseos allá donde llega, como es el caso ahora aquí en el Sevilla pero hay que ir con tranquilidad, no me gusta pensar ni lo que va a pasar dentro de dos partidos ni de aquí a dos semanas. Hoy lo que vivo y lo que pienso es hacer un buen trabajo en la pretemporada con el equipo para poder encarar bien una temporada que va a ser realmente larga, con mucha competición. Después se verá. Hoy me debo al Sevilla, a este club que tuvo la confianza en mí para traerme de nuevo a España y luego se verá la selección. Uno siempre tiene la ilusión y la esperanza, las ganas de poder estar en la selección argentina porque es lo más grande que le puede pasar a un futbolista pero para eso primero lo tengo que hacer bien con el Sevilla y ya se verá.

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