El escritor Lorenzo Silva ha contestado a las preguntas de los usuarios de elcorreoweb con motivo de la publicación de su última novela, La estrategia del agua. Los inspectores Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro vuelven a las páginas de este escritor después de cinco años de pausa.
Cree que con el e-book los lectores reclamarán obras más cortas, como por ejemplo, capítulos, y será el principio del fin de la novela como género? (Miguel Cerulario)
No lo creo. No me parece que el soporte sea tan determinante. Siempre pesará más la libertad y la voluntad individual del creador, aunque es indudable que los formatos físicos influyen en los contenidos, y en concreto, que Internet y el formato digital estimulan géneros antes más secundarios, como la ficción breve.
¿De qué vivirán los escritores ahora que se cuestionan los derechos de autor? (Miguel Cervantes)
Ya veremos. Los derechos de autor los cuestionan sectores interesados, ya sea proveedores de servicios que necesitan algo que transportar por sus redes y prefieren que el flujo de contenidos sea lo más amplio posible, o internautas que logran con el fruto del trabajo ajeno difusión para sus espacios y a veces negocio puro y duro. Está por ver si ésta es al final la solución mayoritaria, si ése es el consenso de toda la sociedad (lo que resultaría bastante inconsistente, en términos de lógica económica y de justicia) y si no se encuentran nuevas formas de comunicación y difusión adaptadas al mundo digital y que permitan, como es legítimo y razonable, que los creadores reciban una contraprestación por la circulación y la utilidad social que presta su creación.
¿Qué cree que debe tener un buen escritor? ¿y un buen libro? (Ana M.)
Un buen escritor: mirada, instinto para el matiz y destreza para trasladar la una y el otro a las palabras. Un buen libro: todo lo anterior y algo más que ya depende del género. Una novela, buenos personajes. Un poemario, emoción y una voz intensa y distinta.
¿Se atreve a recomendar un libro que no sea suyo? ¿Y uno que sí lo sea? (Mario G. P.)
Que no sea mío, "El emperador de Occidente" de Pîerre Michon. Es el que más me ha impresionado en los últimos meses. Mío, pues aconsejo aprovechar la reedición que acaba de hacerse de "La flaqueza del bolchevique". Para quien no lo conozca. Y como es corto, si no gusta no le habré robado demasiado tiempo.
¿Cree que los premios de literatura, como por ejemplo el Planeta es un buen impulso para dar a conocer los libros o por el contrario no sirven para nada? (Literato)
Si hablo por mi experiencia, a mí me sirvieron de mucho. Quedar finalista del Nadal me sacó del anonimato y consiguió que, en lugar de llevar mis libros a los editores con sensación de estar dándoles la tabarra, me los pidieran ellos a mí. Y ganar ese mismo premio me permitió llegar a mucha más gente.
¿Cuáles son sus referentes literarios, si es que los tiene...? (Marisa)
Los tengo, y por decenas. Hoy te daré cinco: Chandler, Proust, Kafka, Onetti, Sábato.
¿Cómo es capaz de compaginar su profesión de abogado con la de escritor? ¿Es posible o a veces le faltan horas al día? Porque a mí me faltan horas con un solo trabajo!!! (Amalia C.)
Hace años que soy sólo escritor. Cuando era ambas cosas (hasta 2002) utilizaba un truco sencillo, aunque fatigoso: madrugar mucho y trabajar los fines de semana y en las vacaciones.
¿Cómo valora el resultado de las adaptaciones de sus libros al cine? ¿Se siente orgulloso o por el contrario, cree que han hecho un sacrilegio? (Cinéfilo)
Para que hubieran hecho un sacrilegio mis libros deberían ser sagrados, circunstancia que me temo que no concurre en ninguno de ellos. Dicho esto, creo que he tenido suerte. Mis historias han caído en manos de cineastas solventes, considerados conmigo y respetuosos con la obra que estaban adaptando.
Hola Lorenzo, sólo una pregunta: ¿Recomendarías la profesión de escritor a alguien, o le dirías que es un mundo de locos? (catalinaaa)
La profesión la recomiendo sin duda ninguna. Es la más hermosa del mundo, para mí, sobre todo en lo que forma parte medular de ella: buscar historias, indagar en la realidad y escribir. Lo que no le recomiendo a nadie es que fíe a ella, a priori, su supervivencia económica. Y menos, con la que está cayendo.
¿Qué se siente cuando pones el punto final a cada una de tus obras? (Margarita)
Vacío, satisfacción, un cierto alivio y una decepción irreprimible por no haber llegado, nunca, a esa historia sublime que soñé cuando empezaba a escribirla. Pero al final a uno le sale el libro que le sale. Y yo no me quejo demasiado d elo que me ha salido.
Defina su última novela, "La estrategia del agua". (Chamorro)
La historia de un hombre en busca de una verdad oculta. La definición no e smía, sino de Raymond Chandler, y me gusta porque creo que define muy bien cualquier novela negra. En este caso, no obstante, este hombre está acompañado por otro más joven y por dos mujeres, lo que le da más vidilla al asunto.
¿"La estrategia del agua" es el libro que deseabas escribir cuando lo comenzaste? (Curiosa)
Bastante aproximadamente, la verdad. No te diré que al cien por cien, pero en algunos aspectos este libro ha incluso desbordado, para bien, mis propósitos iniciales.
No sé si me equivoco, pero creo que le han acusado de misógino... ¿qué opina al respecto? (yotambién)
Alguien que no me conoce. No tengo el menor odio hacia las mujeres. Por eso creo que están capacitadas para vivir en igualdad con los hombres sin necesidad de privilegios infundados que partan de su consideración como seres de inferior potencial.
¿Qué opinas obre la multitud de denuncias falsas sobre violencia de género que hay? ¿Cree que habría que modificarla porque beneficia en exceso a la mujer y perjudica a los hombres? (separado)
Creo que la ley era necesaria para proteger a las mujeres amenazadas en un entorno que genera tanta indefensión como es el propio hogar, ante la amenaza de alguien que tiene tanta ventaja para asestar sus golpes como es la propia pareja. Creo que sólo hay que hacerle un ajuste fino: castigar los abusos de quienes ponen en funcionamiento esa ley excepcional sin fundamento (y que suelen ser mujeres, pues a ellas protege) y corregir cierta presunción generalizada de culpabilidad masculina e inocencia femenina. Dos formas complementarias de ingenuidad que pueden hacer mucho daño. Se pierde mucho tiempo persiguiendo a hombres inofensivos y no quedan recursos para vigilar adecuadamente a los hombres peligrosos. O a las mujeres peligrosas, que las hay.
Su tesis es la que defiende el juez Serrano, y por la que ha sido atacado por las feministas. ¿Estamos los hombres lastrados por esa discriminación positiva? (Reaccionario)
Mi tesis es mía, coincido en términos generales con el juez pero quisiera distanciarme de cualquier consideración de hostilidad o suspicacia general hacia la mujer, creo que esto tiene muchos matices y conviene señalarlos todos, no se puede combatir la simplificación ultrafeminista con otra de signo contrario. Y la discriminación es algo de lo que se benefician muchas mujeres sin derecho y que en cierto modo lastra a no pocos hombres, pero lo que hay que proponer es un mecanismo de ajuste continuo de estas medidas, que son excepcionales y suponen una quiebra de principios generales que están ahí por algo: desde la igualdad, a la presunción de inocencia.
¿Es ésta su novela más social? ¿Explotará esa veta más a partir de ahora? (friso)
Todas mis novelas son sociales. Y a la vez personales. La sociedad es una suma de comportamientos personales. Y eso pienso seguir explotando, porque el tema me apasiona y porque creo que es caldo de cultivo de buenas historias.
En el asunto nacional de los toros. ¿Dónde se posiciona? (torero)
No soy taurino, sólo fui a una corrida y no me gustó. Me encanta, en cambio, la aportación de la tauromaquia al castellano. En cuanto a la prohibición, si hay consenso social para ella, como parece que sucede en Cataluña, donde vivo, pues me parece legítimo. Como me lo parece mantener la fiesta donde goza de aceptación. El toro de lidia no es, precisamente, el animal al que más maltratamos los humanos.
Siempre he tenido la sensación de que los premios literarios, al menos los que suenan, están amañados de antemano por cuestiones editoriales-comerciales. ¿Se atreve a mojarse al respecto? (literato)
Soy jurado de bastantes premios que han ganado desconocidos. En aquellos de los que fui jurado y que ganaron personas conocidas, nadie me indicó nunca qué debía votar y no siempre he votado por el ganador. Y los premios que gané yo, no me los prometieron en ningún momento. De eso sé, de eso hablo. Y así de claro.
Creo que en su currículo le falta el premio Planeta. ¿Le haría ilusión o se halla muy a gusto con Destino? (libreros)
Estoy a gusto con Destino y no consideraría humillante ganar un premio que han ganado Sender o Vargas Llosa. Pero yo me fijo siempre como objetivo el próximo libro. Cuando lo tenga, ya se verá qué hago con él. La historia lo primero.
¿Teme que con su acusación de que hay un fraude femenino al que la ley no está dando respuesta, en detrimento de los hombres acusados sin fundamento, se granjee enemistades en el sexo opuesto o incluso que haya un lobby feminista que plantee un boicot a su novela? (preguntón)
Qué hagan lo que quieran. Yo no boicoteo las ideas de nadie, si alguien decide hacerlo con las mías, que expreso respetuosamente y con las razones que creo que me asisten, y que admito discutibles como lo es cualquier opinión, allá quien elija esa forma de defender sus posiciones. Creo que diría mucho de la solidez de su criterio. Y por otra parte, lo que digo lo digo al mismo tiempo que sigo defendiendo la protección efectiva (más efectiva de la que hay ahora) de las mujeres realmente amenazadas. No veo contradicción entre ambas cosas. Al revés, creo que lo primero redundaría en beneficio de lo segundo.
¿Qué rasgos cree que comparten literatura y periodismo? Creo que sus novelas son, en ocasiones, unas crónicas magníficas. (Repor)
El periodismo es inmediato, se hace en caliente, busca la intensidad instantánea. Ésa es su gloria y su miseria. La literatura puede trascender, ahondar, ir más allá en el tiempo y redondear más los matices, lanzarlos sobre el lector como bombas de efecto retardado. Para mí son complementarios, aunque llegué al periodismo desde la literatura, por lo que ésta es mi primera casa. Pero gracias por tu apreciación.
Muchas gracias a todos, ha sido un intercambio vertiginoso pero muy estimulante. Nos seguimos viendo, y leyendo. Abrazos.