Aunque la mejoría del Sevilla con Unai Emery se nota claramente en el terreno de juego, el objetivo de Europa sigue estando incluso más lejos que el año pasado a estas alturas de la Liga (jornada 31), cuando por primera vez en la era Del Nido el Sevilla no entró en ninguna competición Europea. El lastre fuera de casa impide que el equipo suba posiciones en la tabla y habrá que calificar de proeza el lograr una plaza para la Europa League, siempre que se logre.
Tras la disputa de la jornada 32, el Sevilla de la temporada 2011-12 (de Marcelino y Míchel) tenía exactamente los mismos puntos que ahora (42), ocupaba la octava plaza y únicamente le separaba un punto del sexto clasificado (Osasuna). Pero lo que parecía posible se truncó por una pésima racha de cuatro partidos sin ganar. En la jornada 32 se ganó al Zaragoza en casa (3-) pero después se cayó estrepitosamente en Getafe (5-1), se empate en casa ante el Levante (1-1), se volvió a perder en el Bernabéu (3-0) y se colmó la mala racha cayendo en el Sánchez-Pizjuán ante el Real Betis (1-2), dando al traste con las pocas esperanzas que había ya entonces para entrar en Europa.
Pues esta temporada, a pesar de tener los mismos puntos, se está todavía más lejos de Europa. Sí es cierto que se está a dos puntos del octavo clasificado que daría derecho a Europa siempre que el TAS confirme la sanción al Málaga y le impida jugar una competición continental la próxima temporada. Teniendo en cuenta la séptima plaza, la última que hasta ahora clasifica oficialmente para la Europa League, el Sevilla está a seis puntos del Real Betis, ahora sexto clasificado y al que pudo recortar tres puntos de oro el pasado viernes.
Ahora, sólo queda mantener la racha de victorias en casa van siete consecutivas y volver a ganar de una vez fuera de casa. La Liga se está terminando y ya no hay excusas. No hay otra solución. Por Nervión deben pasar Atlético de Madrid, Espanyol, Real Sociedad y Valencia y hay que visitar a Valladolid, Málaga y Osasuna. Un calendario nada fácil que decidirá si el Sevilla merece jugar en Europa el próximo año. Emery y sus jugadores tienen la palabra.