Cultura

Moda y arte a un paso de El Salvador

Se inaugura en el centro el espacio La Libélula, que pretende conjugar desfiles y exposiciones

el 26 dic 2013 / 22:44 h.

Imagen-libelulaQue El Salvador deje de ser para la mayoría de los sevillanos el espacio de las cervecitas al sol es algo poco verosímil. Pero no lo parece tanto que, yendo o viniendo de tan sana y ancestral costumbre, muchos hagan un alto en la calle Cuna para contemplar una exposición, asistir a un desfile de moda o llevarse un libro dedicado. Estas y otras osadas intenciones son las que tienen los impulsores de La Libélula, un nuevo espacio comercial y cultural que abrió ayer sus puertas en el corazón de la capital hispalense. Ubicado en una antigua casa palacio de principios de siglo XX que llevaba mucho tiempo vedada a la vista del público, este proyecto tiene como objetivo primero demostrar que arte y moda no son en absoluto conceptos alejados; y, en segundo lugar, desterrar la idea de que en Sevilla la cultura interesa poco o nada. “Queremos mezclar las dos cosas para atraer a un público joven”, afirma Leticia Varela, una de las responsables de La Libélula. “El perfil al que nos dirigimos no es el del coleccionista que compraba arte antaño, queremos salir de eso y acercarnos a la gente normal que simplemente quiere decorar su casa con buen gusto”, explica. Para ir animando a los eventuales compradores, la inauguración del espacio ha venido acompañada por la apertura de una exposición colectiva. En ella, Ana Feu exhibe sus pinturas realistas junto a las del joven Raúl Montes, mientras que las esculturas de Jaime Gil comparten el patio central junto a las de Luis Medardo. No obstante, la filosofía de La Libélula es abrir sus puertas de par en par. “Los artistas pueden alquilar nuestras paredes por 150 euros al mes, con independencia de que hagamos exposiciones temporales, tanto individuales como colectivas”, agrega Varela. Por otra parte, las artes plásticas van a ser solo uno de los pilares de La Libélula. “Celebraremos también promociones, desfiles de moda, actos literarios... Y también se podrá alquilar el espacio para actos privados, desde presentaciones a cenas”, prosigue la responsable. “La idea es tener actividad todos los días, ya sea un pequeño evento o un desayuno entre semana, y redoblarla los fines de semana. Estamos a tope: esto necesita dinamismo, y Sevilla también”. De hecho, nada más arrancar ya tienen unas cuantas citas en su agenda: hoy mismo, el escritor Juan Manuel Calero estará firmando ejemplares de su debut como novelista, el libro titulado 3327 - Yo soy la luz del mundo, y para el mes de enero ya hay lista de espera. “Hay mucha gente que quiere entrar con propuestas muy distintas. La acogida en principio está siendo fantástica”, aseguran. Así lo parecía ayer en la inauguración, a juzgar por el numeroso público. Lo cierto es que La Libélula responde a ese modelo cada vez más extendido de contenedor cultural múltiple: puede que una galería aislada, una tienda de ropa o una librería lo tengan  difícil para aguantar en estos tiempos, pero los híbridos están demostrando una óptima capacidad de resistencia en plena crisis. Con 1.000 metros cuadrados de superficie entre la planta baja, la alta y el atelier, La Libélula promete brindar muchos planes a lo largo del 2014 que está llegando. Puede que no haga olvidar a nadie las cervezas de El Salvador,  pero es muy probable que más de uno llegue tarde a su cita si se decide a entrar...

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