El presidente de Moldavia, Vladímir Voronin, anunció ayer que el embajador de Rumanía ha sido declarada persona non grata y acusó a Bucarest de estar detrás de los violentos disturbios registrados la víspera en la capital moldava. Muchos de los manifestantes que tomaron el martes el centro de la capital moldava portaban banderas rumanas y coreaban frases en favor de la unificación de Moldavia con Rumanía.
Voronin, en una reunión celebrada ayer con representantes de la sociedad civil en la capital moldava, responsabilizó a Rumanía en gran medida de lo ocurrido el pasado martes. "Cuando la bandera de Rumanía fue izada sobre la residencia oficial del presidente, quedaron claras las posiciones antiestatales de la oposición. Es evidente que hubo un intento de golpe de Estado", afirmó Voronin, citado por la agencia oficial rusa RIA-Nóvosti.
Por su parte, las autoridades rumanas calificaron ayer de "provocación" las acusaciones del gobierno moldavo sobre las revueltas, mientras que la Unión Europea pidió que el Gobierno y la oposición de Moldavia eviten una escalada de tensiones.
