Desde que el 1 de noviembre de 2005 Ricardo Oliveira cayera lesionado de gravedad en el choque de Liga de Campeones ante el Chelsea, el Real Betis se puso manos a la obra para encontrar un ariete que se acercara a los números que firmó el brasileño. A Heliópolis llegaron nombres contrastados y todo tipo de delanteros. Rafael Sobis, Mariano Pavone, Sergio García o el propio Oliveira en una segunda etapa no llegaron a cuajar.
Sin embargo, esa tendencia ha cambiado a partir de este verano. Tras la decepción causada por no haber logrado el ascenso, el Betis varió su plan y decidió contratar a jugadores contrastados en Segunda división. A partir de ahí salieron los nombres de Rubén Castro y Jorge Molina, dos delanteros asentados en la categoría y que, cinco años después, han vuelto a aportar seguridad a la vanguardia verdiblanca junto a Achille Emana.Pese a la delicada situación económica de la entidad, el Betis apostó por los dos atacantes desembolsando algo más de tres millones de euros por una dupla que, a la vista de sus números, está dando resultado. Jorge Molina llegó procedente del Elche a cambio de 1,6 millones de euros, que se verían incrementados en otros 500.000 si consiguiera el ascenso a primera con su nuevo equipo. A priori, el caso de Rubén Castro era más complicado. Sólo le quedaba un año de contrato y no contaba en el Deportivo de La Coruña. Pese a ello, el Betis desembolsó aproximadamente 1,7 millones de euros que, a la vista de los resultados, han sido bien invertidos.
Ggoles por doquier. Pese a la sensación agridulce que deja la derrota copera ante el Getafe del último partido del año, lo cierto es que tanto Molina como Castro han firmado unos números de ensueño en este año natural.Para Molina, 2010 ha sido el año en el que se ha proclamado Pichichi de la Segunda división y en el que ha dado el salto a un equipo con aspiraciones. El de Alcoy inició el año en la segunda posición de la tabla de goleadores a sólo dos de Stuani. De enero al final de temporada, hizo 17 tantos, lo que le sirvió para liderar la tabla de goleadores con dos dianas más que el propio Stuani. Sus números le sirvieron para pasar al Betis en verano.
En su debut oficial hizo un doblete ante el Granada, pero sólo cuatro días más tarde, en el duelo copero ante el Salamanca, Molina sufrió la primera lesión de su carrera deportiva. Volvió a los terrenos de juego mes y medio después, y en la visita del Xerez a Heliópolis del 13 de noviembre consiguió un hat-trick. Córdoba y Getafe han sido sus últimas víctimas, y con los siete tantos conseguidos ya como futbolista verdiblancos ha acabado el año con un total de 24.no le va a la zaga. Por su parte, Rubén Castro también se ha hecho acreedor de unos notables números a lo largo de 2010. Comenzó el año en el cuarto puesto de la tabla de máximos goleadores de la Liga Adelante con ocho tantos, pero de ahí a final de temporada vio como sus números en el Rayo Vallecano empeoraron. Apenas pudo conseguir seis goles en las últimas veinticinco jornadas, acabando la Liga con 14 y en el quinto puesto del pichichi empatado con otros cuatro futbolistas.La llegada al Betis de Pepe Mel fue clave para que Castro arribara en Heliópolis, no en vano el técnico madrileño también lo tuvo a sus órdenes en el equipo de Vallecas. Rubén ha marcado goles en casi todos los equipos en los que ha jugado, pero nunca se acercó a los guarismos que firmó en la 2003/2004, en los que fue pichichi de Segunda anotando 22 goles con la UD Las Palmas.
Ya como verdiblanco, Castro ha vuelto por sus fueros y ha terminado el año segundo en la tabla de goleadores con sólo un tanto menos que Álex Geijo, punta del Granada. En las 17 jornadas disputadas, el canario ha anotado doce tantos ante doce rivales distintos y está muy cerca de igualar, por segunda vez en la temporada, a Daniel Toribio Aquino como verdiblanco que ha anotado en más jornadas consecutivas. Con los tres tantos logrados en la Copa del Rey, Rubén Castro ha terminado el 2010 con 22 goles, sólo dos menos que Molina.
