Una ceja rota, numerosas contusiones debido a la patadas que recibió en casi todas las partes de su cuerpo, varias horas de un domingo ingresado en un hospital, y lo más grave, la sensación de impotencia que se siente cuando se es acosado por una mayoría. Eso le ocurrió a Montane, un árbitro sevillano de Preferente.
"Yo creo que el equipo juvenil del AD Cerro me la tenía sentenciada desde hace unos meses por un incidentes sin importancia, que ni siquiera notifique a mis superiores ni lo hice constar en el acta, pero que lo recordaron algunos de los agresores" de este domingo a Manuel Montane Rodríguez, árbitro designado para el encuentro de Preferente de juveniles entre el Real Betis y el AD Cerro.
Esos fueron algunos de los detalles que marcaron la actuación de los juveniles del conjunto del Cerro del Águila en el estadio Guadiamar de Benacazón el domingo, y la actuación del entrenador del cuadro rival del Betis, que según denuncia el colegiado, "que desde el comienzo no tuvo reparos en incitar en mi contra futbolistas", hasta llegado el minuto 50 en el que expulsó a un jugador del Cerro, lo que organizó la protesta y posterior agresión, en la que pese a que intervinieron tres futbolistas de forma directa, el resto también fue culpable de la agresión por su actitud pasiva.
Manuel Montane Rodríguez, treinta y cuatro años y casi media vida adscrito a la delegación en Sevilla del Colegio Andaluz. En su dilatada carrera, Manuel sin duda ha sufrido problemas con equipos y aficionados, pero nunca de la gravedad de los del domingo en Benacazón.
El colegiado recuerda del equipo juvenil del AD Cerro que hace unos meses ocurrió un problema debido a un "choque fortuito sin importancia con un futbolista, del ni siquiera comentó con mis superiores ni lo hice constar en el acta, hasta el punto de aceptar dirigir este partido, como muchos de los que nos designan cada fin de semana, y cual sería mi sorpresa que días más tarde me comunican que había sido denunciado por el chaval en los juzgados. Ese es, creo, fue el móvil por el que apenas comenzado partido se iniciaron las protestas injustificadas de los que formaban la expedición del AD Cerro".
Tras los incidentes, y ser atendido por los médicos del Real Betis en el mismo estadio Guadiamar de Benacazón, Montane Rodríguez fue trasladado al Hospital San Juan de Dios de Bormujos donde quedó ingresado en el área de observación, hasta que cercanas de las ocho de la tarde fue autorizado a regresar a su domicilio, donde permanece en estado de reposo.
Por el estado del trencilla sevillano se interesaron la misma tarde de la agresión numerosos compañeros. Gallardo Fernández, convaleciente de una intervención de rodilla lo hizo por teléfono, pero acudió a visitarle Antonio Figueroa Morales, secretario del organismo arbitral. José Luis Pedroso Márquez, delegado en Sevilla del CTAAF acompañó varias horas al joven agredido y numerosos árbitros sevillanos, compañeros del agredido.
También mostraron un interés especial por su salud los dirigentes federativos, aunque no tengamos noticias de si fueron todos los de la delegación provincial.
Y en cuanto a su futuro como árbitro, Montane ha declarado que no piensa tirar la toalla "porque deberían ser todos los agresores los únicos en alejarse del fútbol y dejar tranquilos a los que verdaderamente lo practican por deporte".
Ahora vendrá el Comité de Competición de la FSF, donde será entregado el acta del encuentro en el transcurso de este lunes y el miércoles abrirá el oportuno expediente, aunque parece obligado que debe adelantar algún pronunciamiento.