Cultura

Montaño: «Cruz quería una Casa de los Poetas cerrada a la ciudad»

El promotor de la Casa de los Poetas, Francisco José Cruz, quería que esta institución estuviera cerrada al público y fuera de uso restringido para un grupo de literatos, algo inaceptable a juicio de la delegada de Cultura, Maribel Montaño, quien explicó al fin ayer que su negativa a este planteamiento fue lo que provocó la dimisión de Cruz.

el 15 sep 2009 / 23:38 h.

El promotor de la Casa de los Poetas, Francisco José Cruz, quería que esta institución estuviera cerrada al público y fuera de uso restringido para un grupo de literatos, algo inaceptable a juicio de la delegada de Cultura, Maribel Montaño, quien explicó al fin ayer que su negativa a este planteamiento fue lo que provocó la dimisión de Cruz.

Guardaba silencio desde el miércoles, a pesar de haber sido duramente criticada por el director de la Casa de los Poetas. Ayer, la delegada se decidió a contestar y ofreció razones de peso para haberse negado a las condiciones que le ponía Cruz. "El director del proyecto quería que la Casa de los Poetas fuera un espacio cerrado a la ciudadanía, un centro de reflexión de carácter privado para los poetas que allí trabajasen, que sólo abriera esporádicamente, cuando se organizasen encuentros literarios". Montaño reveló que esta pretensión de Cruz supuso una "dificultad insalvable" que le llevó a proponer al director buscar otra sede para esta idea, puesto que en el convento de Santa Clara "se habían invertido ya siete millones de euros públicos que debían revertir en los ciudadanos". "Para hacer un centro privado para poetas se puede buscar otra sede que no haya requerido de una inversión pública supermillonaria", subrayó la delegada, quien insistió en que el convento tendrá usos culturales públicos "como bibliotecas, salas de exposiciones y zonas para actividades literarias".

Previamente, Montaño ya había encontrado otras dos dificultades para poner en marcha el proyecto tal y como lo idearon Francico José Cruz y Juan Carlos Marset (ex delegado de Cultura), aunque estaba dispuesta a buscarle una solución. Por un lado, "había un problema presupuestario", ya que la Casa de los Poetas necesitaba más de un millón de euros al año para funcionar, entre "gastos de personal, viajes para los encuentros literarios, adecuación de las salas y otros gastos". De otro lado, Cultura siempre quiso rentrabilizar la inversión en Santa Clara, dedicando una parte de sus 4.000 metros cuadrados ya restaurados a otros usos, como la sede centrar del Servicio de Bibliotecas, que hubiera ocupado una ínfima parte del espacio, algo que nunca aceptó el ya ex director.

Aunque el Ayuntamiento estaba dispuesto a debatir ambas cuestiones con Cruz, consideró innegociable su idea de convirtir el convento en una institución para el uso privado de un grupo de poetas, por lo que le comunicó al director que debían buscar otra sede, a lo que éste respondió desvinculándose del proyecto.

Montaño asegura que tuvo conocimiento de esta condición de Cruz el martes, ya que de haberlo sabido antes, le habría comunicado hace tiempo la negativa municipal. Preguntada sobre si el anterior responsable de Cultura sabía las intenciones restrictivas de Cruz cuando accedió a restaurarle el convento de Santa Clara, la delegada se limitó a contestar que "eso habrá que preguntárselo al anterior delegado".

En cualquier caso, Montaño quiso dejar claro que el Consistorio sigue considerando "atractivo" el proyecto de la Casa de los poetas y que está dispuesto a seguir contando con Cruz si éste acepta cambiar de sede.

Finalmente, también explicó por qué no informó desde el primer momento de estas circunstancias: "El Ayuntamiento entendió que desde el punto de vista público lo relevante era explicar lo que contó en la nota de prensa", es decir, que se buscaba otra sede.

  • 1