Los jóvenes Takuma Kawauchiya y Yumiko Muramatsu.
El convento de San Antonio, en la localidad granadina de Montefrío, ha sido hoy testigo de la primera boda japonesa "a la española", cuyos protagonistas han elegido la exótica villa árabe para sellar su amor en una castiza ceremonia que ha estado amenizada con bailes y cantes de los gitanos del barrio. Los jóvenes Takuma Kawauchiya y Yumiko Muramatsu han sido la primera pareja japonesa de las diez que en los próximos meses se casarán en esta localidad gracias a las gestiones del Ayuntamiento y de una empresa de eventos nipona, que han incluido este destino como un idílico lugar en el que contraer nupcias.
Montefrío atrae mucho al ciudadano japonés porque es un pueblo "muy pintoresco" que mantiene sus raíces andalusíes, según un portavoz de la empresa nipona, que adelantó que, dado el éxito de esta ceremonia, está previsto que en 2011 se lleguen a celebrar hasta veinte enlaces.
Junto a Montefrío, el hotel La Bobadilla de Loja organiza desde hace años este tipo de ceremonias entre parejas niponas.
En la boda celebrada hoy, la novia, fiel a la tradición española, eligió un vestido blanco mientras que el novio lució un impecable chaqué.
Para hacer realidad su sueño, Takuma y Yumiko han viajado durante 16 horas y han desembolsado unos 4.000 euros, entre los billetes de avión y el enlace.
Allí les esperaba un pueblo ansioso de participar en el enlace entre los que se encontraban los miembros de la corporación municipal, que acudieron como invitados a la boda, al término de la cual numerosos vecinos se agolparon a las puertas del convento para lanzar a la pareja kilos de arroz.
Tras una sesión de fotos en el Mirador, tuvo lugar el banquete en un restaurante tradicional de Montefrío en el que no faltaron productos típicos españoles como el jamón ibérico y el aceite de oliva, además de la tarta nupcial.
La alcaldesa de Montefrío, Remedios Gámez, ha anunciado que en mayo ya hay prevista otra boda de japoneses en el municipio, y ha resaltado "el estrecho vínculo" que une el país nipón y el municipio granadino, que quedará patente de nuevo la próxima semana, cuando la localidad acoja una exhibición de ikebana (arte floral japonés).
Después de la ceremonia civil, que carece de validez alguna en Japón, los recién casados recorrieron las empinadas calles de Montefrío en un suntuoso descapotable.
En su periplo por Andalucía, la pareja recorrerá varios pueblos y ciudades.
