El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, negó ayer de plano la acusación que el PP hizo en el último Pleno, en el que denunció el cobro de comisiones ilegales para adquirir contratos municipales. "Se les calentó la boca, son declaraciones muy desafortunadas de las que no tienen pruebas", afirmó.
El regidor socialista quiso quitar hierro a la acusación de la oposición insistiendo en que no existen documentos que prueben que ciertos empresarios han tenido que pagar para conseguir un contrato con el Ayuntamiento. "No son ni uno, ni dos ni tres", dijo el pasado viernes el edil popular Gregorio Serrano durante su intervención plenaria, en un discurso en el que no presentó prueba alguna que certifique el fraude. Monteseirín optó por referirse muy brevemente a esa crítica y achacó la denuncia a que al concejal "se le calentó la boca". "No se entienden si no esas declaraciones, que son muy desafortunadas y nos hacen entrar en una espiral peligrosa, porque no se aportan pruebas. Creo que no deberíamos seguir dándole vueltas al tema", afirmó en declaraciones a los periodistas.
Ya el sábado, la portavoz del Gobierno local, Maribel Montaño (PSOE) solicitó por escrito al PP que aporte las pruebas en las que se basó para hacer una acusación "tan grave" como la del cobro de comisiones. "El PP podría estar incurriendo en un posible delito de calumnia" si no fundamenta dicha acusación, añadió la portavoz, por lo que insinuó que, si el PP insiste en esta idea, el caso puede acabar en los tribunales. "Han puesto en duda a la clase política sin probar nada", concluyó Montaño.
En el pleno del viernes, Serrano afirmó que varios empresarios les habían confesado que para hacerse con un contrato "tenían que apoquinar". En dicha sesión, el PP también denunció la realización de unas obras presuntamente irregulares cerca de la vivienda de Monteseirín.
