Agenda repleta. Pese al anunciado paso atrás de Alfredo Sánchez Monteseirín a partir de la presentación de Juan Espadas mañana en Fibes, la agenda del regidor y la situación de la ciudad distan mucho de conformar un escenario despejado para el desarrollo de la campaña. El alcalde, que tiende en esta recta final a medir su gestión al peso, fue capaz de enumerar esta semana hasta 20 proyectos que deben completarse o impulsarse antes de marzo. Y a la lista habría que sumar al menos otra decena de iniciativas de menor o mayor relevancia que el Consistorio no ha logrado desatascar a tiempo por errores políticos o por la propia crisis. Por mucho que Monteseirín entone su despedida e incluso introduzca un componente nostálgico en sus intervenciones, está por ver cómo se materializará este paso atrás con una batería de inauguraciones y de nuevos debates y con una campaña de puesta en valor de los avances de la ciudad. Si el encaje que anuncian los más optimistas se logra, PSOE e IU tendrán nuevas bazas que jugar ante su electorado con un balance más extenso de compromisos cumplidos e interiorizados por la población. Si no, el cierre de un ciclo puede acabar distorsionando el debate sobre el futuro.
Movilidad. Si las políticas de movilidad han sido un referente de los dos últimos mandatos, también lo serán de esta recta final. Cuando se decidió impulsar el Plan Centro no faltaron voces en el PSOE que consideraban precipitado ejecutar este proyecto en diciembre. No sólo por un supuesto coste electoral, sino porque cualquier iniciativa de estas características necesita un rodaje para el que no había margen en cinco meses. Los proyectos de movilidad que vienen, con un sensible impacto ciudadano, tendrán incluso menos tiempo para ponerse a prueba. Es el caso de los pasos inferiores, la ampliación del Metrocentro, los nuevos carriles bus, la implantación del tranvía sin catenarias, la pasarela de San Jerónimo, la reordenación de la zona azul, el cambio de gestión de la grúa, la pasarela de Betis, el impulso anunciado de la SE-35, la reactivación de los aparcamientos o incluso la peatonalización del Cristina.
Grandes proyectos. Un capítulo aparte merecen las dos grandes obras de este mandato, y casi del anterior, que han generado un vivo debate ciudadano y económico. Con todo el desgaste que han provocado y el agujero que han dejado ambas iniciativas era esencial para los dos socios de gobierno llegar a mayo con este trabajo completado. Pero los plazos no se han cumplido hasta el punto de que ambas iniciativas van a irrumpir en plena campaña. El nuevo palacio de congresos se relanzará con una agenda de eventos y en el caso de las setas ya hay preparados conciertos y actividades para una apertura por fases que culminará en el Antiquarium -cuya gestión se resolverá con los ingresos extra que se generen con la subida de precios del Alcázar-. Es el tiempo además de otras iniciativas aunque tengan un carácter menor como las bibliotecas, las tres nuevas zonas verdes, el parque auxiliar de Lipasam, las nuevas pistas deportivas, la fábrica de Artillería, el muelle de Nueva York o el botellódromo. El pasado de Monteseirín se cruzará en todos estos casos con el futuro que representan los tres candidatos.
Nuevos debates. A este largo listado hay que añadir los debates que el Consistorio no ha sido capaz de cerrar en este mandato y que ahora, cuando ya apenas podrán tener efectividad y no habrá margen para que calen en la población, quieren concluir las áreas que los han impulsado. Después de cuatro años, la ordenanza de prostitución, una de las piezas clave del plan integral, debe ver la luz; al igual que la ordenanza de accesibilidad que se elabora desde 2007; la puesta en marcha de la administración electrónica, o incluso la retirada de las calles franquistas, que se ha paralizado por problemas de gestión atribuibles a los distritos, a Innovación y a Infraestructuras para la Sostenibilidad de IU. Y todo esto sin incluir que Tablada aún puede dar algún giro institucional, no sólo político; y que no hace mucho que el alcalde hizo el último intento de lanzar la creación del distrito Cartuja, sólo frenado por la falta de medios.
La campaña. En 2007 ya hubo obras en marcha, pero el escenario político es ahora más complejo que el de entonces. El PSOE no es el mismo esta vez en el Consistorio que en la papeleta electoral; el PP parte con más ventaja y tiene más margen para sacar rédito de los debates pasados, marcados por errores, que de los proyectos de futuro por los que los populares pasan de puntillas; y sólo IU defiende la continuidad con la gestión de estos años.
